Mensaje en la botella

Lo primero, la Primaria

Lo dicen los médicos, una de las soluciones es reforzar la plantilla de los centros de salud

Estábamos todavía en plena pandemia, allá por los meses de abril y mayo, cuando leí y escuché a varios responsables públicos y a expertos vaticinar que, cuando llegáramos a una situación más o menos controlada del covid-19, la Atención Primaria de salud sería una de las claves para atajar esta crisis sanitaria tan brutal. Entre esas voces estaba la del consejero de Salud, el cordobés Jesús Aguirre, quien en no pocas ocasiones ha reiterado ese mensaje de reforzar el papel de los médicos de familia, sobre todo para liberar la carga que en aquellos momentos arrastraban los hospitales.

Han pasado algunos meses -incluido el verano- y ya hemos comprobado que poco o nada ha cambiado, e incluso es posible que nos encontremos en una situación todavía peor. Como ayer contaba este periódico, pedir una cita en un centro de salud de Córdoba se ha convertido en una odisea, con esperas de hasta dos semanas en algunos casos. Con suerte, usted logrará el ansiado número para que su facultativo de referencia le llame por teléfono, le pregunte los motivos de su consulta y, en virtud de cómo transcurra la conversación, determine si es necesario que asista presencialmente al ambulatorio de turno. Así, como suena.

Desconozco cuáles son las razones por las que se ha llegado a esto, pero bien haría el Ejecutivo andaluz en poner remedio de inmediato, porque no es serio que en plena segunda oleada por el virus se olvide una vez más del papel primordial que juega la Atención Primaria en nuestro ya de por sí deteriorado sistema sanitario.

Cierto es que ya hay quien se ha querido subir al carro del oportunismo político y ha aprovechado la denuncia del colapso que amenaza a los centros de salud para decir que nunca antes se habían producido hechos parecido en la sanidad andaluza. Lo dijo el parlamentario cordobés del PSOE Jesús María Ruiz, a quien no le falta razón en el fondo de su queja, pero al que parece que le falla la memoria -o le sobra insolencia- y ya no se acuerda de cuando él era delegado de Salud en la provincia y los recortes posteriores que su partido -entonces al mando de la Junta- realizó en esta tierra.

En cualquier caso, los médicos de Primaria, que son los que de verdad saben de esto, ya han alertado de que la solución pasa por el refuerzo -pero de verdad- de la plantilla de profesionales de los centros de salud y por una organización más lógica de las tareas que desarrollan los facultativos. Pero además, si los propios ciudadanos no nos tomamos más en serio las medidas de protección para evitar la propagación del virus, de poco o nada servirá cualquier plan de actuación. La ayuda de la población es más necesaria que nunca, tanta como la de la Consejería de Salud, que debe dejar de mirar para otro lado y dejarse de paños calientes. Lo primero, la Atención Primaria, que de primarios ya andamos sobrados.

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