Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

La piedra angular

Depositar la masa madre en un sector como los servicios no nos iba a dar pan del bueno

Se nos ha roto la piedra angular, la solución a nuestros problemas, lo que nos daba de comer. Se nos ha partido en dos la gallina de los huevos de oro, ponedora en primavera y reservada fuera de ella. Ya solo nos queda la campaña del ajo y resulta que no hay mano de obra porque los sueldos, por lo visto, son una auténtica miseria.

Es una pena, y lo digo de verdad, aunque con todas las reservas. Es una auténtica tragedia para miles de familias que el coronavirus haya blandido la espada en una época como ésta, porque se lo ha llevado todo. Tanto se ha llevado que nos ha dejado sin turistas. El covid-19 o la covid-19, porque aquí cada cual lo escribe como le parece, ha destrozado la economía y, lo queramos o no, aquí en Córdoba capital esa economía dependía sobremanera del turismo.

Mira que lo venían advirtiendo los sindicatos. Depositar la masa madre en un sector como los servicios, tan variante y dependiente, no nos iba a dar pan del bueno. Porque la poca industria que tuvimos nos la cargamos para beneficiar al dinero fácil, y hay que reconocerlo y no esconderse.

Se nos ha roto el turismo y ahora no sabemos qué hacer. Puede que medio mundo (o el mundo entero) esté igual, pero claro, aquí en Córdoba, ahora mismo, es cuando tendríamos que tener las calles llenas de turistas y ni turistas ni excursionistas ni dios que los vea ni los verá por una temporada.

No se trata de ser pesimista, ni de ser el ya famoso Capitán A Posteriori, pero quizá haber tenido una base nos habría servido para poder plantear medidas inmediatas. Esta clase de medidas es la que pide el sector, en todo su derecho de reclamar y en toda su obligación de exigir actuaciones.

Puede que este sea el momento de poner las cartas sobre la mesa y empezar a dibujar un turismo rentable, pero social. Ahora que se nos aparece un lienzo prácticamente en blanco quizá sea hora de luchar por ese modelo de turismo sostenible del que tanto hemos escuchado a hablar, pero que en Córdoba ni hemos intuido. Es hora de cuidar a lo que nos da de comer, y esos no son los turistas, sino los camareros que les sirven, los recepcionistas que los atienden y los vecinos que hacen del barrio un lugar que merece visitarse. Frente a la barbarie del coronavirus, turismo social y sostenible.

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