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El fuste
LA exposición que en estos días se puede visitar en el bulevar del Gran Capitán es la oportunidad para que los videntes de verdad, no los que dicen ver a cambio de dinero, conozcan de cerca cuál es el mundo de los ciegos. El 200 aniversario de Louis Braille es la ocasión para conocer el invento, sus aplicaciones y los logros que ha conseguido a través de distintas generaciones. La genialidad estuvo en las combinaciones de seis puntos en relieve que se leen con la yema de los dedos. Este descubrimiento sigue vigente y en él se basan otras tecnologías, como la informática, para adaptar los últimos avances de la ciencia al mundo de los invidentes. Esto permite que este colectivo esté al tanto, como cualquier otro ciudadano, de un mundo de conocimiento que carece ya de barreras. Braille fue un precursor cuyo mérito puede ser valorado por todos con esta exposición.
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