Fue la pasada semana. En este mismo espacio, Las Tendillas publicó "opinión" en la que pretendíamos hacer un breve análisis acerca de las variables que, a nuestro modesto entender, es preciso valorar -y tener muy en cuenta- a la hora de adoptar decisiones sobre qué estudios o carrera elegir. No es baladí la medida. Tanto que, de la elección que efectuemos, puede depender el futuro profesional -el éxito o el fracaso- del estudiante que trata de obtener los mejores resultados.

En la publicación a la que hemos aludido, ya indicábamos que, a nuestro juicio, -y salvo mejor y más fundado criterio- una… acertada elección de los estudios a seguir es la efectuada en función rigurosa de la vocación, aptitudes y salidas profesionales o posibilidades de empleo del aspirante a sacar adelante, con éxito, los estudios elegidos. A la luz del enunciado de este párrafo, resultaría razonable la siguiente pregunta:

-¿Es suficiente garantía de empleo que el alumno haya sacado adelante sus estudios con éxito? La pregunta precisa, para ser contestada, algunas… aclaraciones, que tratamos de resumir como sigue:

Unos estudios concluidos con éxito suponen, desde luego, una enorme tranquilidad para el titular de los mismos. Las posibilidades de empleo son función del éxito en los estudios. Pero… ¡ojo!: no lo garantizan.

Sin embargo, desde este mismo espacio, la pasada semana nos referidos a un buscador de trabajo que se anunciaba, mediante un cartelito, iniciado con la expresión "Se ofrece" en el que dejaba su teléfono. Seguramente, el susodicho no era un Premio Nobel de las Letras. Pero de su cartel era de donde los interesados habían arrancado más tiritas con teléfono de contacto. Cabe concluir que los servicios que ofrecía resultaban de interés de los usuarios.

Muy acertadamente, algún amable y fiel lector se interesaba por saber si existe algún orden de prelación en circunstancias a considerar a la hora de elegir estudios: vocación, aptitudes, salidas….

Cualquiera de las opciones tiene sus devotos y sus detractores. Pero mi opinión personal es que, de tener que elegir, disyuntivamente, entre vocación o posibilidades de empleo, optaría por la forma con mejores perspectivas de inserción laboral. Cualquier iniciativa que no conduzca a un trabajo, el que sea, no sirve de nada.