El lanzador de cuchillos

De niños trans, indígenas y crucifixiones

Se ha disparado lo que a comienzos de la pasada década se daba en menos del 0,01% de la población

Leo en un diario americano que el trastorno de identidad de género -la sensación de grave incomodidad en el sexo biológico propio- ha experimentado en los EEUU un incremento brutal en los últimos años. Que lo que a comienzos de la pasada década se daba en menos del 0,01% de la población, se ha disparado en la presente y, a día de hoy, en las universidades, los institutos e incluso las escuelas primarias, grupos enteros de chicos y chicas afirman ser transgénero. Si la sociedad americana -la occidental, en general- no hubiese perdido definitivamente el norte, los padres de estos niños sometidos a la insoportable y criminógena presión woke colapsarían los juzgados con sus denuncias contra la caterva de influencers, terapeutas y educadores que los empujan -aún sin formar- a realizar en sus cuerpos -y en sus cerebros- cambios irreversibles que les afectarán de por vida.

Cuenta el suplemento cultural de otro periódico que el teatro Old Vic de Londres ha anunciado la retirada de su programación del musical Into the woods, que iba a dirigir el cineasta Terry Gilliam. ¿El motivo? Una broma suya de hace tres años: "Ya no quiero ser un hombre blanco. No quiero ser culpado de todos los males del mundo: ahora soy una LNT, una lesbiana negra que está transicionando". Y el actor y guionista de La vida de Brian ha probado en carne propia lo que es la crucifixión.

Me tengo que frotar los ojos para dar crédito a lo que leo en un digital. Resulta que el papa Francisco se ha sumado a las celebraciones por el 200 aniversario de la independencia de México pidiendo perdón a los mexicanos por los pecados personales y sociales perpetrados por los españoles en la conquista y evangelización de América. Alguien debería explicarle a Bergoglio -¿es posible que no lo sepa?- que la de España en América fue una de las empresas civilizatorias más formidables de la historia de la Humanidad. Y que si él, porteño del barrio de Flores, se ciñe hoy la mitra del sucesor de Pedro, es gracias a otro Pedro -de Mendoza; granadino, por más señas- que el 2 de febrero de 1536, con una comitiva formada por 14 naves, 1.500 tripulantes y 100 caballos andaluces, desembarcó en la orilla sur del Río de la Plata, donde fundó el Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire. Pero el Papa se ha puesto estupendo, ignorando que los chanás timbús, carendíes y barenís zechurúas no habrían dejado de la sotana papal ni la etiqueta de Gammarelli. Bonita forma de hacer el indio.

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