En el tejado

F.J. Cantador

fcantador@eldiadecordoba.com

Ante todo, mucha calma

Les voy a recomendar una serie para estos días de confinamiento: The Walking Dead. Aunque no lo parezca, no es de zombis, que en este caso son solo una mera anécdota. Se trata de una serie que va sobre la condición humana, relata cómo las personas, ante situaciones muy límites, reaccionan con miserias o bondades, con fraternidad o con actitudes muy miserables, según cada cual. Tengo la suerte de vivir en una ciudad como Córdoba, con casi 333.000 habitantes; o lo que es lo mismo, eres un ser casi anónimo para quien no te conoce.

Digo esto porque estoy viviendo asombrado lo que en los últimos días está ocurriendo en mi pueblo, Belalcázar, que a día de hoy y tras la sangría poblacional que ha sufrido, cuenta con algo más de 3.200 habitantes. Me explico. Hace unas semanas, cuando se conoció el primer caso de coronavirus en el pueblo, hubo quienes querían saber quién "había cogido el bicho". Ilusos, sí, ilusos, ¿qué mas da quién fuera? Me recordaba a aquellos tiempos para mí remotos en los que el Ayuntamiento debía hacer público el nombre de la persona apestada, a la que hay que mirar o tratar de manera diferente, como apestada que es. Pobres diablos, aún no se han enterado de que no está nadie a salvo del "bicho".

Luego he leído tontería tras tontería en redes sociales de vecinos de mi pueblo que, víctimas de la paranoia, han dudado incluso de que el alcalde, Francisco Luis Fernández, se esté dejando la piel en el asunto. Pues sí, a esos les diré que me consta que, aunque le vaya en el cargo, Francisco Luis está haciendo un trabajo impagable por sus vecinos en este aspecto, un trabajo hasta lo que le dejan hacer; doy fe de las presiones políticas que está sufriendo por parte de administraciones que de lo que está ocurriendo solo dicen la mitad, en buena parte también para evitar que la paranoia engorde y, de paso, maquillar las cifras de positivos, que les viene mejor -entre esas administraciones no está el Ayuntamiento de Belalcázar-. Y, por último, asisto apenado a lo que está ocurriendo en redes sociales después de que el alcalde haya confirmado los positivos de casi 30 vecinos, la mayoría de ellos en la residencia de mayores. Paisanos y paisanas, vuestro alcalde ha tenido un par de una cosa que rima con cojines al anunciarlo, porque estoy seguro de que le habrán llovido leches a dos manos y tirones de oreja de alguna administración que otra por ello.

Por cierto, tampoco es justo estigmatizar, como he leído, a la gestora de la residencia, Prode; me consta que ha clamado como quien lo hace en el desierto para que atiendan a los mayores contagiados y a los auxiliares que trabajan con ellos y que también han dado positivo. La última palabra en todo ello la tienen las autoridades sanitarias, que deberán dar muchas explicaciones, pero ante todo, paisanos, mucha calma.

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