5.000 millones de veranos

El asunto es saber si para el verano se habrá logrado vacunar al número suficiente de ciudadanos

Ya lo escribió Neruda: "Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la Primavera ", y dentro de unos días nuestra estación preferida volverá para poner esperanza y color en las invernales vidas de ahora mismo. Claro que lo hará sin Semana Santa, ni ferias, y sobre todo sin aquellos que nos dejaron; pero regresará el calor, los días más largos, las noches fresquitas y la ilusión de que la pesadilla finalice. Quizás.

Porque los próximos tres meses van a ser decisivos. El asunto primordial consistirá en saber si para el verano se habrá logrado vacunar al número suficiente de ciudadanos como para empezar a recuperar la vida perdida por el coronavirus. De lograrlo será un éxito colectivo de las administraciones; mientras que, en caso contrario, gobiernos de todos colores y tamaños recogerán la ira y desafección de una ciudadanía ya agotada. Otro verano perdido puede ser la gota de un vaso que está ya lleno. Esta próxima primavera también sabremos si habrá o no Juegos Olímpicos, el único evento que nos une a todos los humanos; y si el Atlético de Madrid gana la Liga y pone fin al duopolio del Real y el Barça. Serán también meses clave para conocer si Cataluña continúa su alegre caminar hacia el barranco o si tras una sensata revisión de daños y logros, sus dirigentes concluyen, que antes, la tierra que dicen amar tanto estaba mucho mejor y deciden rectificar su estrategia. No cambiarán de ideas, pero quizás comprendan que las vías utilizadas para conseguir lo que pretenden, de momento sólo está acarreando el destrozo de una sociedad antaño próspera. En el próximo trimestre se aclarará igualmente el futuro del Rey Juan Carlos; veremos si TVE con nuevo equipo, apuesta por un modelo de televisión pública y no por conceptos anquilosados e ideas partidistas; y si las grandes empresas de internet aceptan pagar por el material que utilizan de los medios tradicionales. Muchos interrogantes, pero habrá otros, porque los guionistas del futuro siempre sorprenden más que los estrategas del pasado. Pero la gran incógnita de esta primavera es si tendremos verano o no. Y la respuesta es que sí, porque estaremos más asustados, pero nuestro planeta pese al maltrato continúa girando alrededor del sol. Dicen que a la estrella que nos da la vida le quedan 5.000 millones de años, por lo que hay tiempo para arreglar lo de las vacunas, Messi, TVE, Cataluña y la monarquía. Pero empecemos ya, para poder disfrutar los próximos cinco mil millones de veranos. Porque lo de ahora es un sinvivir.

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