¿Estado (con mayúscula) o estado?

Víctimas de dos situaciones: El "Estado de alarma" y el otro… "estado de alarma"

Todos somos víctimas de dos situaciones de caracteres diferentes: El "Estado de alarma" (E mayúscula), y el otro… "estado de alarma" (e minúscula). De la simple lectura de cualquier periódico -digital o analógico- podemos inferir que se vienen utilizando los dichos términos como si resultaran ser de iguales contenidos. Parece justificada la dicha "igualdad": ambas expresiones están tocadas de idéntica morfología y tratan de alcanzar los mismos objetivos. Pero, la… "igualdad" a la que aludimos no existe. Y -a nuestro modesto entender- es fruto de un incorrecto (y posiblemente involuntario) uso de nuestro idioma. En todo caso, la dicha "igualdad" brilla por su clamorosa ausencia en las dichas expresiones. Se trata de figuras jurídicas completamente diferentes y, consecuentemente, utilizables con desiguales finalidades y en distintos ámbitos. La… diferencia entre los términos "Estado" y "estado" no es fruto de la imaginación del autor de esta crítica. Se debe, entre otras razones, a que viene consagrada en el propio diccionario oficial. En efecto: En las acepciones 5 y 6 del término "Estado", le es atribuido el significado de "País soberano, …" y "Forma de organización política…".

En su acepción 1, relativa al "estado", el dicho diccionario le atribuye el significado de "Situación en que se encuentra alguien o algo,...". Es decir: la diferencia entre ambas expresiones resulta irrefutable. Pero, la diferencia entre los dichos términos no afecta solamente a su significado: trasciende al ámbito geográfico: El… "Estado de alarma" es la… situación de toda España. Pero el… "estado de alarma" supone una situación de ámbito no aclarado por el legislador.

Las apuntadas diferencias no pasan desapercibidas a la fina apreciación del personal cualificado. Por citar un ejemplo, en entrevista formulada a Javier Gómez de Liaño -magistrado excedente y escritor de descomunal talla- se quejaba de la falta de rigor que observaba en determinadas actuaciones periodísticas. El autor de esta "opinión" tuvo el honor de formular consulta al señor Liaño sobre s criterio. Obtuvimos las respuestas que, parcialmente reproducimos: "…me refería, naturalmente, a algunos periodistas o tertulianos que, en ocasiones, hablan de asuntos judiciales con una apreciable frivolidad propia de leguleyos". Obviamente, las "frivolidades" son casi tan indeseables como los "Estados de Alarma" de nuestro Gobierno. De los… "confinamientos" (ilegales a nuestro juicio) nos ocuparemos próximamente.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios