Más... ¿maquillajes?

Hemos de reconocer nuestra supina ignorancia, al no saber si nos encontramos ante supuestos del cacareado "maquillaje"…

Hace tan solo un par de semanas, tuvimos ocasión de usar este espacio para referirnos a las muy careadas… "listas de espera en la sanidad" pública andaluza. Y ello, coincidiendo con noticia según la cual, los actuales responsables del Servicio Andaluz de Salud, SAS, se han encontrado -dijeron- con una sorpresa de las que hacen época: las susodichas "listas" -herencia de la anterior legislatura, que presidió Susana Díaz- no incluyeron a más de medio millón de pacientes solicitantes.

La noticia provocó una justificada conmoción en la opinión pública en general y, muy en especial, en quiénes esperaban atención inaplazable de los servicios sanitarios. Lógicamente, fue objeto de comentarios para todos los gustos. Entre otras… lindezas, se predicó de ellas que estaban… "maquilladas".

Por si no tuviésemos suficiente con la anterior, la semana que concluye nos depara otras de no menor calado: También llamadas… "listas de espera". Distinta de las anteriores, pero de efectos no menos… irritantes: Nos referimos a las "listas de espera en Dependencia". Deberían incluir a todas las personas que precisan de la atención y cuidados de los servicios sociales especiales. Pero este… "deberían incluir" parece que no siempre se cumple. Basta con leer publicación del periodista de este periódico, F.J. Cantador, edición del miércoles pasado y de la que copiamos el siguiente titular: "La Junta detecta 4.624 cordobeses en una lista "oculta" de Dependencia".

La noticia nos resulta cuasi vomitiva y esperpéntica: Porque, por una parte, parece que doña Susana se preocupó del "maquillaje". Sobre todo, del de las… "listas de espera". Pero, mientras miles de cordobeses dependientes clamaban al cielo por una inaplazable atención de unos servicios sociales de los que carecían, los responsables de la anterior legislatura parece que no estaban tan… "preocupados". Se desprende ello de las cantidades multimillonarias devueltas sin gastar a la Administración Central, en detrimento de los cuidados que precisaban nuestros Dependientes.

Por todo, tenemos que concluir que la atención a los problemas que aquejaban al vulnerable sector de Dependientes no parece que haya sido motivo de preocupación de los responsables de la anterior legislatura. Por ello, o ante algo peor: Incumplimiento de obligaciones irrenunciables.

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