Una loable asistencia

La clínica desempeña una función social que los usuarios reconocemos y agradecemos

Confieso que, desde tiempo ha, el autor de esta… "opinión" tenía conocimiento de la existencia del Centro clínico con cuyo nombre encabezamos esta publicación: Cemeco-Córdoba, ubicada en el mismísimo corazón de la ciudad (Pasaje de El Corte Inglés). Y sabíamos, por distintas fuentes, de la extraordinaria calidad de las atenciones de que son objeto quienes, por distintas razones, han precisado -o precisan- acudir a los complejos y variados servicios que prestan los facultativos responsables del dicho centro asistencial.

En esta ocasión, me veo en la necesidad de acudir, como usuario, a la dicha clínica, en la que fui atendido por personal facultativo de la misma. Por razones de estricta justicia, creo que debo hacer pública la atención de que fui objeto en todo momento y que resumo como sigue: Por casualidad, me percaté de que mi permiso de conducir estaba a punto de caducar. En consecuencia, tenía que iniciar los trámites pertinentes ante las autoridades correspondientes de la Dirección General de Tráfico. Ello me suponía la obtención de determinados documentos y, desde luego, una espera por tiempo indeterminado en la cola de alguno de los establecimientos oficiales de la DGT al efecto establecidos.

Como quiera que no andamos sobrados de tiempo, es razón por la que me puse en contacto con la clínica a la que aludí: Cemeco. Expuse mi problema y mi pretensión: Renovar mi permiso de conducir. Fui atendido de manera inmediata por los facultativos del dicho centro sanitario. Ellos se encargaron de todos los trámites, incluso de la obtención de la necesaria fotografía. Del cuidado de que fui objeto por parte de los mismos, llamó especialmente mi atención -además de la exhaustiva exploración médica de que fui objeto sin limitación alguna en el tiempo invertido en la misma- la cortesía y buenas maneras con las que tuvieron a bien atenderme. Y, sobre todo, los resultados efectivos de su gestión: Terminada la exploración médica a la que aludí, me fue facilitado un documento con el que podría conducir mientras no recibiera el carnet oficial que me fue remitido en tan solo unos días.

Es por todo ello que podemos afirmar, con rotundidad, que, a juicio de Las Tendillas, la clínica Cemeco viene desempeñando una función social que los usuarios de la misma reconocemos -y agradecemos-.

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