Franco, ese hombre

En la madrugada del día de mañana, 20 de noviembre, vendrán a cumplirse nada menos que 50 años, medio siglo redondo, desde la muerte del general Francisco Franco, una personalidad singular en la reciente historia de este país, que lo gobernó, con mano de hierro, durante 39 años y que, por la lógica falta de perspectiva, aún permanece sin una biografía desapasionada, aunque su vida y su gobierno y acción política, hayan merecido bibliotecas enteras que, para ser impresas, según visión e intereses de unos u otros, más que necesitar ríos de tinta, hayan requerido bosques enteros para la fabricación del papel necesario.

Sin embargo, Francisco Franco Bahamonde ha conseguido ser, sin proponérselo, el gran desconocido de la historia reciente de España aunque, por obra y gracia de otros personajes que, seguro, se diluirán en el olvido de la gran historia de nuestra nación; como son José Luis Rodríguez Zapatero o Pedro Sánchez Pérez-Castejón; la evocación del nombre del último dictador militar ha sido un hecho ‘contra natura’, en medio de una democracia, por cierto en evidente deterioro, desde los gobiernos de los dos citados personajes: el negociante Rodríguez Zapatero y el obseso de poder, Pedro Sánchez.

Tristemente, este último, cuya presidencia del (des)Gobierno aún padece España y especialmente los españoles, ha venido a convertirse en el causante del galopante empobrecimiento económico de la gran clase media española y la eliminación en su zona política de influencia de aquellos valores éticos y sociales que, en si mismos, debieran de ser cimiento e impulso para encaminar a la sociedad, precisamente hacia todo lo contrario: el progresivo bienestar material y la solidez conceptual de esa misma sociedad en un mundo de básicos valores compartidos que -hoy- molestan mucho al (des)Gobierno de la izquierda.

Aquel general que vivió en el palacio de El Pardo y había nacido en el Ferrol, ha sido desenterrado –en cuerpo y alma– por los dos (des)presidentes mencionados y su popularidad, inopinadamente, está alcanzando cotas de fama superiores a las conseguidas con la producción cinematográfica que dirigió, mediados los años sesenta del pasado siglo, José Luis Sáenz de Heredia: Franco, ese hombre. ¡Que listos son estos chicos del PSOE! ¿O no?