Crónica Personal

Al fin aparece la oposición

Casado estuvo demoledor, como tenía que estar el líder de la oposición de un país devastado por una epidemia

Tras unas semanas en las que Casado se encontraba missing, situación impropia de un líder de la oposición cuando se sufre una pandemia como la que vive España; Abascal cumplía el aislamiento preceptivo de los afectados por corona virus, e Inés Arrimadas vive encerrada la recta final de su embarazo, Pedro Sánchez ha tenido que enfrentarse a la oposición, al necesitar su apoyo para prorrogar el estado de alarma.

Lo tuvo. PP, Vox y Cs le dieron su apoyo por lealtad institucional; más que a Sánchez, a los españoles que se encontrarían en riesgo. Pero los dos primeros, más la portavoz suplente de Cs, María Muñoz, se empeñaron con fuerza en la tarea de poner en entredicho la pésima gestión del gobierno. Hacía falta que este país desencuadernado, atemorizado, angustiado por una situación jamás vista hasta ahora, una enfermedad que se cuela por los resquicios de las puertas y ventanas, por la piel o el aliento de familiares y amigos, viera que hay partidos dispuestos a decirla a la cara al presidente lo que ellos no pueden decirle.

Casado estuvo demoledor. Como tenía que estar el líder de la oposición de un país devastado que además no ve motivos de tranquilidad al mirar hacia La Moncloa. De hecho, el propio gobierno sufre las consecuencias del corona virus, y del rostro demudado del presidente se deducía que él mismo atraviesa un calvario. De forma implacable, Casado fue desgranando informaciones que ofrecían un panorama desolador, porque no omitió ninguno de los graves hechos que en este momento sufren los españoles. Contundente, ofreciendo datos de desolación con toda crudeza, implacable ante la cara grave, en momentos desencajada, del presidente.

Reiteró hasta la extenuación su lealtad, porque es obligada en estos momentos, pero advirtió que exigirá responsabilidades cuando se supere esta situación extrema. Si lo hace, que lo hará y se sumarán a esa exigencia Abascal y Arrimadas, Pedro Sánchez y todos y cada uno de los miembros de su gobierno, lo pasarán mal. Sobre todo el presidente. Hay abierto ya un procedimiento penal, hay que reiterar lo de penal, en un juzgado madrileño. El alcance de la ocultación de datos para permitir competiciones deportivas, manifestaciones o el congreso de Vox, es inimaginable.

El miércoles se han pronunciado los dirigentes de la oposición. Los siguientes en pronunciarse serán jueces y fiscales.

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