Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

El examen más importante

Esa sensación de jugártela a una carta, de tener que conseguirlo cuanto antes. No es así

Más de 4.000 estudiantes iniciaron ayer la Selectividad (su Pevau) en Córdoba. A 44 grados y en 38 sedes, se dirigieron al que seguramente muchos le hayan dicho que es el examen más importante de sus vidas. Marcada sin duda por la crisis sanitaria, la Selectividad de este año es la más diferente de cuantas se recuerdan. Ha llegado tarde, tras meses sin ver cara a cara a un profesor y postergando así uno de esos veranos que quedan grabados para siempre en el imaginario de anécdotas que contar en un futuro.

Yo hice la Selectividad hace 12 años, cuando todavía se llamaba así. Apenas recuerdo el contenido de los exámenes y casi que tengo que pensar mucho para saber qué nota saqué. Solo me acuerdo de esa sensación de calor que emanaban nuestros cuerpos cuando ultimábamos unos apuntes que o bien nos sabíamos de memoria o bien no íbamos a retener siete minutos antes de enseñar el DNI y sentarnos.

También me viene a la memoria los nervios por no defraudar a nadie, empezando por mí y terminando por el colegio. Esa sensación de jugártela a una carta, de tener que conseguirlo cuanto antes porque si no el futuro se presentaba bastante negro. No es así. Y nadie nos dijo que no era así. Ni siquiera nos dijeron que la Selectividad era una opción, la tomábamos como la obligatoriedad de acceder a una carrera para tener una vida mejor que la de nuestros padres cuando no vamos a tener una vida mejor que la de nuestros padres.

Imagino que valió la pena hacerla por hacerla, tenerla por tenerla, y al menos a mí me sirvió para acceder a una carrera que también tiene otros tantos análisis críticos, pero que a la larga me ha hecho estar donde estoy.

Lo que me pregunto ahora es si mereció la pena todo ese tiempo haciendo exámenes tipo en la biblioteca de Rabanales (a la que solíamos ir porque una amiga se acababa de sacar el carné). Sé que no habría pasado nada si eso hubiera sucedido un año o dos más tarde, pero por entonces no lo sabía y nadie me lo decía. Por eso yo lo quiero decir ahora. La Selectividad o la Pevau no es el examen más importante de vuestras vidas, no pasa nada si no la hacéis porque tenéis otras metas, no pasa nada si suspendéis porque tenéis más oportunidades y no pasa nada si nunca la aprobáis. Tenéis un verano merecido a la vuelta de la esquina, eso es lo único que importa.

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