La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

El escándalo del CIS

Las encuestas del CIS son ahora el espejo que embellece la realidad: allí es donde Pedro saca más votos que nadie

Las encuestas que recogen intención de voto y reparto de escaños en elecciones que aún no están convocadas tienen un valor relativo. Todas ellas sin excepción tienden a favorecer a quienes las encargan y pagan. Las financiadas por los partidos políticos, por supuesto, pero también las contratadas por los medios de comunicación. No es exactamente aquello de que quien paga manda. Más bien que quien paga espera, y suele lograr, que el espejo le devuelva una imagen embellecida de sí mismo.

Por eso los sondeos preelectorales hay que contemplarlos con frialdad, calma y un punto de escepticismo. Algo que resulta difícil cuando el sondeo es el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): el instituto demoscópico más prestigiado, con más medios y muestras más amplias que ninguno, una periodicidad sin pausa que no ha conseguido ningún competidor, llamado a la neutralidad por su carácter de empresa pública, pagado por todos los ciudadanos.

Por eso es más penoso lo que está haciendo con el CIS mi antiguo compañero de facultad José Félix Tezanos (doy fe de que entonces -en la prehistoria, vamos- no era un muchacho sectario). Empezó con mal pie cuando, tras su nombramiento, pretendía hacer compatible la presidencia del CIS con el cargo de secretario de Programas de la Ejecutiva Federal del PSOE. ¡A quién se le ocurre! Se dio de baja en la Ejecutiva, pero no se le ha notado nada: desde que llegó ha puesto el CIS al servicio de su partido. Bueno, más bien al servicio de Pedro Sánchez, que es el que lo bendijo con su dedo.

Hoy sale más favorecido que ayer, pero menos que mañana: en cada barómetro Pedro Sánchez saca más votos que en el anterior, y Pablo Casado todo lo contrario. No falla. En el que se conoció este viernes se le ha ido un poco la mano: todos los escándalos del socialismo (tesis del presidente, plagio-dimisión de la ministra de Sanidad, escuchas de la de Justicia) se han traducido en una subida de más de un punto en las expectativas de voto del PSOE y un batacazo espectacular del PP, muy superado por Ciudadanos y casi alcanzado por Podemos.

¿Cómo lo consigue Tezanos? Él presume de no aplicar la "cocina" de sus antecesores a los indecisos y no alineados, pero de hecho los interpreta a su modo. A su modo y al servicio de su patrón, que no es el Estado sino el Gobierno. El espejo del CIS deforma la realidad para que Sánchez luzca con más votos que nadie. Un escándalo.

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