Tribuna

Antonio Chaparro Y Concepción Murillo

El empaste de amalgama no debe causar alarma

EL uso de la amalgama como empaste suscita de vez en cuando alguna controversia por su contenido en mercurio y porque se libera dicho metal durante la colocación, masticación o remoción de la amalgama.

La pregunta clave es si la cantidad de mercurio es suficiente como para representar una amenaza para la salud, ya que debido la publicidad incompleta de medios de comunicación, estudios mal realizados científicamente y comparaciones con otras fuentes de mercurio, la verdadera situación es mal interpretada.

La Asociación Dental Americana (ADA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Dentistas (FID) en una Declaración de Consenso defienden el uso de la amalgama, no encontrando justificación científica que motive alarma y riesgo para la salud de la población.

Según los estudios actuales, las concentraciones de mercurio en sangre y orina de personas con amalgamas indican que la cantidad de mercurio es sustancialmente menor que la concentración de mercurio más baja considerada adversa para la salud. La solubilidad del mercurio en la saliva es lo suficientemente baja como para causar efectos tóxicos en el paciente. Las reacciones alérgicas al mercurio y a otros componentes de la amalgama son sumamente raras y comunes para cualquier otro tipo de empaste (OMS, FDI).

Además, la cadena alimenticia juega un papel muy importante en la intoxicación por mercuriales en las poblaciones con dieta rica en pescado o marisco, como España, primer consumidor europeo de pescado por habitante y año.

Otra consideración es el aspecto ambiental, ya que algunos países occidentales han promovido la restricción de todo uso de mercurio, incluyendo la amalgama, por contaminación de las aguas. Por esta razón, en la actualidad la incorporación obligatoria de decantadores de residuos sólidos en los sillones dentales combate la contaminación de aguas residuales y costeras.

Por tanto, es osado por parte del doctor Ferrer decir, en su artículo sobre los empastes de amalgama (publicado en estas páginas el pasado sábado día 3 de enero), que el Ministerio de Sanidad y Consumo no se pronuncia a este respecto a expensas de crear bastantes "complicaciones", ya que hasta el momento actual, no existen estudios o informes con calidad científica que demuestren que el mercurio de las amalgamas sea tóxico para el paciente, siendo un material que con tres siglos de utilización en odontología ya se hubiera demostrado su supuesta toxicidad.

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