Hoja de ruta

Ignacio Martínez

El doble de Bisbal

RESULTA que David Bisbal tiene un doble. En las fiestas del pueblo donde veraneo ha habido un espectáculo cuyo plato fuerte era el doble oficial de Bisbal. Donde no llega el original se avía el personal con un sucedáneo. Personalmente, en materia de imitaciones o recreaciones, prefiero el modelo inicial. Por ejemplo, me gustaba más Maragall que Montilla. Todo el embrollo de la financiación autonómica lo empezó Maragall hace cinco años, con la idea de reformar el Estatut. Su lema era "nación y financiación". Hay que agradecerle que fuese a Euskadi a decirle a los empresarios vascos que, con su sistema de concierto, no contribuían a la solidaridad nacional. Su tripartito filtró las pretensiones financieras de la Generalitat. Sabíamos a qué atenernos: entre la reducción de la contribución y el aumento de los retornos, el cheque catalán de Maragall valía 6.000 millones de euros al año. Un billón de pesetas.

Su sustituto Montilla es más opaco. Aunque hay que reconocerle a él y a toda su generación política que hacen honor al prestigio negociador de los catalanes. Lo están bordando: sólo se habla de la financiación de Cataluña. No han dado ninguna cifra, pero reclaman al Gobierno la suya. Y no paran de lamentarse: Cataluña se asfixia, está maltratada. Amenazan con un concierto como el que criticaba Maragall. Preparan el terreno para ganar la partida. El Gobierno dice que todo el mundo mejorará; algunos más que otros. No es cierto. Este es un juego de suma cero. Va a perder la Administración General del Estado, el Gobierno central tendrá menos recursos y resultarán perjudicados quienes menos se beneficien del nuevo sistema.

Los dobles dan juego en la política. McCain en pleno verano ha querido vender que Obama se parecía a Paris Hilton; que era una celebridad mundial, pero incapaz de gobernar. Paris se lo tomó con sentido del humor e inteligencia, y le devolvió el golpe al candidato republicano: se parodió a sí misma en un vídeo, reconocía ser famosa porque está buena, tildaba a McCain de vejestorio, le criticaba por utilizar su imagen sin permiso, se manifestaba a favor de las energías limpias y proponía a la cantante Rihanna como candidata a la vicepresidencia, porque está superbuena.

Es un cuadro para un enredo. Cuando Montilla le dice a Zapatero "José Luis, te queremos mucho, pero queremos más a Cataluña", quiere decir que el PSC quiere mucho a España pero quiere más a Cataluña. Lo podría haber mejorado. Bisbal, el auténtico, y la falsa candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, la superbuena Rihanna, han grabado la canción Hate that I love you, en la que el almeriense dice "mi única verdad es que odio amarte tanto". Una frase le hubiera venido que ni pintada a Montilla en su acoso emocional a ZP y completar así su parodia de Maragall. Menudo culebrón.

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