Los cordobeses están demostrado mayoritariamente -salvo alguna deshonrosa excepción- un gran civismo a la hora de cumplir con lo que ha dictado el Gobierno sobre el decreto de alarma, una situación que se mantendrá durante todo el mes de abril. Así las cosas, y una vez que además se ha paralizado toda actividad que no sea considerada como fundamental, el panorama que presenta la ciudad es como si todos los días fuesen domingo. Y aunque las autoridades también alertan del peligro del relajamiento a la hora de cumplir, la actividad en las calles del centro es mínima, con vías prácticamente vacías.