Concluye, en el día de hoy, la semana en curso. No está exenta de noticias… relevantes. Algunas -como la matanza humana de la que está resultando víctima el pacífico pueblo ucraniano- encogen los corazones. Algunos. No todos: Solamente resultaremos afectados quienes disponemos del dicho órgano vital y que, hoy por hoy, somos mayoría afortunadamente.

Pero, el referido período también registra -por fortuna- la celebración de un evento que, lejos de "arrugar" la referida víscera, la atiborra de satisfacción, euforia, entusiasmo… En efecto:

Sucedía el 8 de marzo próximo pasado. Como en años anteriores -y aunque con alguna modificación- tenía lugar una iniciativa digna de toda loa a juicio de Las Tendillas: Se celebraba el… "Día Internacional de la Mujer".

En relación con la celebración en cuestión, creemos conveniente y procedente:

Explicar, en primer lugar, que, como es sabido, el utilizado término "la Mujer" es, gramaticalmente, un sustantivo en singular. En consecuencia, parece que alude a una sola fémina. Pero no: El dicho término no alude a una (sola) "Mujer", sino a todas (las féminas). De la misma manera que el término "gente": Morfológicamente, singular. Pero contiene -expresa- una pluralidad de personas.

Hecha la dicha aclaración, que juzgamos pertinente, nos queda por revelar lo siguiente:

Por una parte, es para el autor de esta "opinión" un honor dedicar -a propósito de la dicha celebración- este espacio a todas las féminas.

Por otra, hacemos expresivo nuestro apoyo a la dicha iniciativa. "Apoyo" comprensivo del deseo del autor de esta publicación: Que les sean reconocidos los legítimos derechos de todas las féminas del mundo. Dicho en paladino: Que, la "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible" que refiere la Unesco deje de ser un "lema" por devenir en loable realidad.

En todo caso, es un honor para el autor de esta publicación reiterar nuestro apoyo a las reclamaciones de… "la Mujer". Ouséase, de todas las féminas. Mucho mejor, si, en el decir de Javier Gómez de Liaño y Botella, defensor a ultranza de… "la Mujer", concurre la ineludible circunstancia siguiente: "El feminismo no puede ser una represalia sino una reconquista". Que así sea.