El culo y las témporas

Maíllo atribuye a los centros educativos la condición de "espacios de encuentro social". Como confundir el culo con las témporas

Concluye la semana en curso con una agradable -y esperada- noticia: La actual Administración Autonómica Andaluza se propone… "facilitar a las familias el ejercicio del derecho a la libre elección del centro escolar, acorde con las características y el proyecto educativo del mismo y adaptado a sus necesidades y preferencias".

Dicho en román paladino, lo que pretenden los actuales responsables de la Administración educativa es que los papis de los retoños en edad escolar "puedan lleva a sus hijos al centro educativo que les dé la gana, sea público, privado o concertado…", sin que la dicha elección tenga que ser, necesariamente, función del gobierno de turno.

¡Ya era hora de que ello ocurriera!. Ya era hora de que los responsables de la Administración educativa reconocieran, de una vez por todas, el indiscutible -y casi siempre ignorado- derecho de los padres del alumnado a la libre elección de centro escolar por rigurosa aplicación del artículo 27 de la Constitución Española.

Creemos conveniente aclarar que la libertad de "elección de centro escolar" corresponde -en exclusiva y por expreso mandato del legislador y de reiterada doctrina jurisprudencial- a los "padres del alumnado". Y no al político de turno. Por citar un solo ejemplo, la expresión literal del invocado precepto, en su número tres, establece: "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

En todo caso -y mal que le pese al político Antonio Maíllo- la "libertad de elección de centro escolar" implica la libertad de creación de centros docentes. No es una ocurrencia gratuita de los "padres". Se trata de un derecho que reconoce la Constitución al número seis del invocado artículo. En consecuencia, la creación de centros privados no puede ser objeto del… "rechazo de la comunidad escolar", que pretende el dicho político sin incurrir en incumplimiento de una norma con rango de constitucional.

No es la única… lindeza en que incurre Maíllo: A tenor de lo publicado, atribuye a los "centros educativos" la condición de "espacios de encuentro social". ¡Increíble!: Como confundir el culo con las témporas.

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