'El cuaderno gris'

'El cuaderno gris' es un diario personal continuamente reeditado porque ha superado con creces el paso del tiempo

Alguien dijo que la auténtica lectura es la relectura y no le faltaba razón, aunque esta práctica trae consigo a veces ciertos desengaños. Disfrutamos leyendo obras que en su día nos aburrieron y no fuimos capaces de entender, de la misma forma que nos defraudan otras que en su día nos cautivaron. Y es que en el fondo, con el paso del tiempo, no somos los mismos. Los años han ido haciendo estragos y sus huellas se dejan notar en nuestra cara y en nuestro pensamiento.

De la misma forma que el aldeanismo, dicen, se cura viajando, la ignorancia y la prepotencia, o eso que ahora llaman el supremacismo, se pueden sanar leyendo. Pero no basta con ello, al menos no con leer siempre a los mismos, a los que nos regalan el oído y nos reafirman en nuestras convicciones, sino a los que piensan de manera diferente, cosa mucho más difícil. Los lectores de periódicos suelen leer aquellos que se ajustan de antemano a su pensamiento, los que siguen una línea de opinión que no les resulte chocante y les reafirme en su ideología. Pocos serán los que lean artículos de autores que piensen de otra manera, los que escuchen informativos de radio o televisión y sigan tertulias en las que se opine de forma libre y diferente.

En estos tiempos en los que tan difícil parece ser encontrar un espacio para la comprensión y el diálogo en el problema catalán, yo recomendaría leer a Pla. Sus libros de viaje, como él decía de vuelo gallináceo, su gastronomía visionaria en Lo que hemos comido, sus crónicas de la Segunda República, sus relatos del mar, las biografías de personajes que él llamaba homenots y, sobre todo, El cuaderno gris son un ejemplo de cómo la literatura es capaz de alcanzar cotas que superan la mezquindad de algunos que no son capaces de ver más allá de lo que ellos ven ni valorar más allá de lo que a ellos les interesa.

El cuaderno gris es un diario personal continuamente reeditado porque ha superado con creces el paso del tiempo. Escrito en su juventud y retocado en su madurez, sorprende por su equilibrio, su capacidad de observación y su visión intemporal de la vida cotidiana. Su calidad literaria, su ingenio, su pluma ágil, su visión periodística bajo ese disfraz provinciano del Ampurdán, van más allá de una limitada visión nacionalista. Pla fue un escritor universal que escribió en su lengua materna catalana para el mundo, incluido el resto de los españoles.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios