La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La consejera de Igualdad y la plebe

El clasismo es tan odioso como el racismo. Si hubiera escrito en este tono sobre una minoría étnica, dimitiría

Rezumando odio por los cuatro costados", "fiesta pagana que favorece el turismo y llena los bares y tabernas", "desfiles de vanidad y rancio populismo cultural, rescatadas de la historia medieval como espectáculo incluso tenebroso", "penosa demostración de la necesidad que tiene la gente de pan y circo, un entretenimiento de la plebe", "gente que se destroza la columna por cargar enormes trozos de madera decorado con costosos vestidos", "inseguros, insatisfechos, acaparadores, iracundos, celosos y maltratadores", "farsa e hipócrita representación en palcos e iglesias" (aquí la criatura debió confundir "farsa" con "falsa").

Esto es lo que escribió Rocío Ruiz -nueva consejera por Cs de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación- sobre la Semana Santa y quienes la hacen, la sienten y la viven. Tiene todo el derecho del mundo a expresar su opinión. Pero los insultados también. Y supongo que cuando protesten ella se crecerá considerándose una ilustrada acosada por la caverna andaluza. Pida o no excusas, masoquista será el cofrade -y en Andalucía somos muchos miles- que vote a Ciudadanos después que un alto cargo del partido les haya insultado a ellos y a lo que más aman. Aunque lo más intolerable es el clasismo de la responsable de Igualdad. Mucho más que la ignorancia histórica, artística, antropológica y sociológica que demuestra una enseñante que ha sido muchos años directora de un instituto.

El clasismo es tan odioso como el racismo o el sexismo. Si hubiera escrito en este tono sobre una minoría étnica, dimitiría. Llamar "plebe" a quienes viven la Semana Santa es un curioso tic clasista en una militante de Cs, partido que ha escogido por nombre la palabra que desde la Revolución Francesa representa la igualdad y la abolición de las referencias despectivas por razón de estamento o clase. Para esta señora, en contradicción con su cargo y con el nombre de su partido, hay quienes son "plebe" y quienes, como ella, escapan "a otros mundos donde no haya ni rastro de incienso", "cruzando el mar hacia las tierras impías y herejes del otro lado del atlántico" o yéndose a Madrid "para disfrutar de teatro, arte y amistad". ¡Qué fina! ¡Qué culta! ¡Qué ilustrada! Para ser profesora demuestra demasiada ignorancia. Para ser consejera de Igualdad tiene un curioso tufo a María Antonieta. Y para ser de Cs manifiesta demasiado clasismo rancio. El 26 de mayo nos vemos.

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