DESDE LA RIBERA

Luis Pérez-Bustamante

El concejal de Jericó

SÓLO ha pasado un año de las elecciones y hay que ver lo entretenido que tenemos el patio en estos días. Vivimos momentos de un interés político inusitado en la capital, donde no se recuerdan momentos de tensión como los pasados el jueves en el Pleno. José Joaquín Cuadra y Andrés Ocaña comparecían ante la Corporación para defender la honorabilidad de su gestión ante una oposición que se ha decidido ya a no soltar presa hasta que IU rinda su estandarte víctima del acoso y derribo al que está siendo sometida. Al fondo, el socio socialista asiste impasible a la crisis con una media sonrisa indisimulada y cara de no haber roto un plato en su vida. Cosas del cogobierno ingobernable en el que está sumida la ciudad.

Con estos mimbres, los populares se lanzaron en tromba sobre los ediles de la coalición el pasado jueves. Acusaciones de inoperancia, incompetencia e incapacidad trufaron un pleno en el que vimos a un Cuadra derrotado y a un Ocaña contundente y peleón haciendo honor a su fama de tipo duro. Mientras Cabello de Alba anunciaba que será el martillo de herejes del edil de Seguridad y Tráfico en su área, éste era incapaz de rehacerse y se ceñía a un discurso preparado para responder a las preguntas que le formulaba sobre la marcha el ex comisario. Triste escena la de Cuadra, balbuceante y dubitativo ante unos folios que no le servían para nada y a la espera de que la ayuda de sus mayores -Tejada y Rosa Aguilar- le sacara del embrollo. Mucho debe mejorar si no quiere que estos tres años que le quedan en Capitulares se conviertan en un auténtico infierno. Y para hacerlo tiene cerca de Andrés Ocaña, hombre decidido y rotundo en su argumentario aunque éste ofrezca huecos de difícil explicación. Se fajó duro el edil de Urbanismo con el portavoz popular, respondiendo una a una a sus interpelaciones y defendiéndose al ataque frente a las dudas que Nieto sembraba sobre su gestión del Palacio del Sur. Lástima que Ocaña esté cada vez más sólo en la defensa de siete años -que no tres- de mareo del proyecto. Y lástima también que al final toda la culpa la quiera cargar en una empresa, Ferrovial, que mucho me temo que el día que decida romper su silencio nos dará alguna sorpresa. Ya veremos.

Lo único que parece claro aquí es que Nieto y sus muchachos confían en que el cogobierno no aguantará en pie muchos más envites y en que la alcaldesa está esperando al otoño para, cual hoja caduca, caerse del árbol municipal en busca de nuevos retos. Las trompetas populares suenan fuerte para derribar las murallas del Jericó aguilarense y Nieto ya se atreve a hablar en la radio -la COPE para ser exactos- de mociones de censura y finales anticipados. ¿Logrará el apoyo del edil que le falta? Interesante panorama, vaya que sí.

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