ENTRE las actividades del Festival de la Guitarra 2009, que se celebra en Córdoba en el mes de julio, se ha programado un ciclo de conciertos In Memoriam sobre Francisco Tárrega, Isaac Albéniz y Joaquín Rodrigo. Los recitales se complementan con una exposición documental en el Teatro Cómico Principal sobre estos compositores, un recorrido cronológico por su vida y obra sobre la base de sus partituras más significativas, documentos y retratos correspondientes a su época. Y es que se cumplen ahora cien años de la muerte de los maestros Francisco Tárrega (Villarreal, Castellón 1852 - Barcelona 1909) e Isaac Albéniz (Campodrón, Gerona 1860-Cambo les Bains, Francia 1909) y diez de la del maestro Joaquín Rodrigo (Sagunto 1901 - Madrid 1999).

Tárrega elevó la guitarra española, reducida al ambiente popular y al acompañamiento de cantantes, a guitarra de concierto, haciéndola sonar en los teatros y salas de conciertos españoles y europeos, como los de París y Londres. Perfeccionó la técnica como instrumentista sacando el máximo partido a las seis cuerdas con trémolos, arpegios y escalas imposibles y otros recursos inéditos. Además de virtuoso concertista, fue compositor para este instrumento combinando elementos populares españoles con el clasicismo romántico de la época. Por todo ello se le considera el fundador de la moderna escuela de guitarra española. ¿Quién no ha escuchado Recuerdos de la Alhambra, Capricho Árabe o el Gran Vals? La gran mayoría de las personas conocerán estas composiciones, sin saber siquiera su nombre ni autor, a través de versiones actuales como la realizada por Mike Oldfield o por tener algunos compases como melodía o tono de llamada en su teléfono móvil.

Más conocido por el gran público es su gran amigo Isaac Albéniz, cuya obra, escrita para piano, debe parte de su fama a las versiones para guitarra que realizó Tárrega. La producción de Albéniz abarca desde óperas -como Pepita Jiménez- y zarzuelas hasta temas orquestales y de cámara. Su reputación como pianista y compositor le trasladó a Londres y París donde se dedicó a componer música para el escenario. Pero en su última etapa volvió al piano y a sus fuentes nativas de inspiración, componiendo obras maestras como la Suite Iberia y la Suite Española y otras piezas, que subtituló como Serenata, de clara inspiración española con títulos alusivos a ciudades y lugares geográficos como Asturias, Granada, Cádiz, Córdoba, Torre Bermeja, la mayoría popularizadas gracias a las transcripciones para guitarra que realizó Tárrega. Se dice que cuando Albéniz oyó ejecutar su famosa serenata arreglada para guitarra por el propio Tárrega, se sintió tan emocionado, tan sobrecogido, que no pudo menos de exclamar, "esto es lo que yo había concebido".

Ciego desde los tres años, el maestro Rodrigo, como era conocido en vida, escribía sus trabajos en braille. Estudió y trabajó en Francia, Alemania, Austria y Suiza antes de instalarse definitivamente en España. La fama universal de este compositor -Premio nacional de Música y Príncipe de Asturias- se debe al Concierto de Aranjuez para Guitarra y Orquesta y a la excepcional pieza Fantasía para un gentilhombre, con lo que logró la consagración internacional de la guitarra como instrumento de concierto.

Tres maestros y compositores españoles reconocidos, estudiados e interpretados por gentes de los cinco continentes. Cuando esto sucede en cualquier rincón del mundo, su obra, irremediablemente, se une a la evocación de nuestra patria, de nuestra identidad nacional, de lo español. ¿Puede el oyente permanecer impasible cuando suenan los acordes de Córdoba de Albéniz? La mente y el alma se estremecen y vuelan entre los arcos de la Mezquita, entre las calles y fuentes de la ciudad califal, y hasta se puede sentir el perfume del jazmín y del azahar y el misterio de la Córdoba soñada, gracias a la obra del compositor catalán. ¿Magia, seducción o arte? ¿Cómo entonces logramos, con sólo cerrar los ojos, trasladarnos llevados por la música de Tárrega, Rodrigo o Albéniz, a otro tiempo y a otro lugar, a los jardines y fuentes de Granada o Aranjuez, o escuchar el rumor de las olas cuando rompen en la Caleta de Cádiz?

Celebramos el acierto del Festival de la Guitarra de Córdoba de reservar en su completa programación de 2009 un lugar de honor para el recuerdo y el homenaje, In Memoriam, de tres músicos españoles universales, desgraciadamente menos conocidos por la juventud actual que, el asimismo gran artista en su estilo, Michael Jackson, cuya fecha de fallecimiento seguramente no olvidarán que ocurrió también en este año 2009.