Cuando somos testigos del crecimiento de alguien, y sobre todo cuando crecemos con alguien y ese alguien tiene un descubrimiento trascendente en su vida, parece que todo lo anterior quede desterrado, como si antes del gran punto de inflexión hubiera la nada, como si antes nada hubiese pasado, como si antes no hubiese pasado por nada. Como si todo lo de ese antes, no fuese cierto. Reivindico el pasado, lo que vivimos antes de situarnos en nuestra verdad actual, y esto vale para Rosa Díez, Errejón, Abascal, los amigos que salen del armario o los que han descubierto en el segundo o en el tercero a su amor verdadero. Que miren ustedes, que qué maravilla haber llegado ahí, donde parecen sentirse tan cómodos, pero antes, vivieron, hicieron y sintieron. No se puede desterrar lo sentido antes, con otros, aquello también fue cierto. No nos convenzan a los que compartimos su vida anterior de que todo era mentira, que antes de salir del armario, antes de comulgar con sus verdaderas siglas, de conocer al o la definitivos no vivieron. Crecer y evolucionar tiene eso.

Cuando hablamos de alguna eurodiputada socialista de antaño, del ex afiliado al PP vasco, del cofundador de Podemos, tenemos a mano la hemeroteca, con vídeos y mítines a nuestro alcance y constatamos que la pasión, entonces, también les pudo; que allí sintieron y por un tiempo se lo creyeron y lo compartieron con nosotros. Cuando miramos a quien ahora es él y fue ella, a quien se enamora de ellas tras varios novios o a la tri divorciada, no tenemos tanto soporte gráfico, pero sintieron, lo vivimos y no pudo ser mentira todo lo que les pasó por aquel entonces.

Con unos y otros nos pasa, que nos cuesta ubicarlos donde se reubicaron; tenemos memoria y en el respeto absoluto a aquella evolución, aún nos cuesta reconocerlos con su nuevo traje, el elegido por ellos, las que ahora agarran la rosa, tras desterrar la hoz y el martillo, los que se quedaron sin hueco en la criatura que parieron. Bravo por los nuevos descubrimientos de cada uno si es ahora cuando se consideran en su lugar, pero no pueden exigirnos a los de fuera que mentalmente no los coloquemos en el contexto en el que los conocimos.

Vivir tiene eso, que hoy pensamos y sentimos algo que mañana puede cambiar, ser valiente y colocarse donde realmente nos sentimos cómodos, es crecer conscientes. Se trata de ser feliz y luchar por lo que cada uno cree y siente, pero no le demos la espalda a lo que nos hizo llegar hasta donde estamos hoy.

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