Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

Más 'buenismo', por favor

La política está en todas partes y no solo donde nosotros nos sentimos reconfortados y amparados

A veces no hay tiempo de pasar el corrector, otras, se te olvida, en ocasiones ni siquiera se detecta el fallo. Esto da lugar a que se generen frases sin sentido que pueden llegar a ser graciosas, graciosas para ti, claro, que luego a ver quién soporta a los ultracorrectos.

Recuerdo que, siendo aún becaria, un compañero estuvo a punto de titular una noticia de Ganemos con un Gamenos. Las risas y las cosas, vaya tiempos. Ahora echo la vista atrás y me da más pena que otra cosa porque a ver qué partido tiene un nombre que dé ese juego. Y no solo da pena por eso, claro, sino porque es injusto. No es un llanto a la desesperada, ni un análisis más de cómo ha actuado o dejado de actuar una formación que fue la tercera fuerza más votada en las elecciones municipales pasadas. Es tan injusto que da coraje y te hace pensar que la recompensa no es cuestión de trabajo, y eso es grave.

Se ha hablado de buenismo en esa forma de actuar de Ganemos durante estos cuatro años. Se les ha acusado de fallar en según qué planteamientos. A veces se ha traído a colación la poca preparación política de sus concejales.

Pero quizá todo eso hacía falta en Capitulares. Puede que fuese necesario que se usara el genérico femenino, que se hablara del cambio climático, que la asamblea hablara antes de que el concejal lo hiciera. Porque la política está en todas partes y no solo donde nosotros nos sentimos reconfortados y amparados por el político que te coge el teléfono o que te hace reír en una rueda de prensa.

Ahora las risas continúan porque otro Ganemos (o Gamenos, vete a saber) sí se puede presentar. Con un programa de dos folios discutido en el arroz del domingo (será su asamblea, vete a saber) y con un desconocimiento de política (se le presupone leyendo dos líneas de sus planteamientos) que nos hace echar de menos lo poco preparados que estaban políticamente los que se han quedado fuera.

Esto puede parecer simpatía ideológica o compadreo básico, no me importa. Lo que sí tengo claro es que es un ataque a la democracia al que no se le ha dado la cobertura necesaria. La ciudad pierde capacidad de decisión por una resolución judicial que no es lógica y que hace dudar de un sistema al que a lo mejor le vendría bien leer algo sobre el método asambleario.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios