La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

No, bonita, no

Que todos hagan suyo y defiendan el feminismo es un logro. Así se progresa: unos pocos luchan por todos

Ala señora Calvo, la de "ha aflorado que el feminismo es de todas; no, bonita, nos lo hemos currado en la genealogía del pensamiento progresista, del pensamiento socialista", hay que decirle, además de que trata de una afirmación no del todo exacta -o por lo menos históricamente matizable-, pero sobre todo de una afirmación miserable, infeliz, mezquina, rácana, estrecha, pobre, roñosa, cicatera y ruin. Porque aún en el caso de que fuera cierta, la señora Calvo debería saber que hay conquistas o aportaciones hechas por un grupo, una cultura, una religión o una ideología que se convierten en patrimonio de todos.

Que el feminismo sea de todas, bonita, es un logro. No sea tan corta y tan pesetera. La filosofía y la democracia no son solo de los griegos porque ellos se las curraran -por utilizar su elegante expresión-, ni la compasión solo de los judíos, la igualdad de los cristianos, el derecho de los romanos, la imprenta de los maguncinos, la educación pública y gratuita -y esto seguro que le sorprende a usted- de la Iglesia (en concreto de San José de Calasanz), los derechos humanos de los revolucionarios franceses, la seguridad social de Maura, Llhuí y Franco -porque hay conquistas tan trabajosamente logradas que hacen falta una monarquía, una república y una dictadura para que se universalicen-, ni el feminismo de los franceses que inventaron la palabra, ni los derechos del colectivo LGTB de los daneses…

Los bienes universales no son propiedad de quienes los descubrieron, lucharon por ellos o, por decirlo en carmencalvense, se los curraron. Que todos, incluso quienes se opusieron a ellos, los disfruten, los hagan suyos y los defiendan como conquistas irrenunciables es la base del progreso humano, bonita: unos pocos luchan en beneficio de todos.

Lo que usted propone es una especie de patente de propiedad sobre el feminismo. Como si el socialismo fuera el Edison -tan ávido patentarlo todo para explotarlo- de este concepto y el único que puede defenderlo. No, bonita, no. El feminismo es patrimonio de todos los partidos democráticos, de todas las sociedades modernas y de todas las personas sensatas y decentes que, afortunadamente, son la mayoría. Y si en otro tiempo algunos no lo fueron o incluso lo combatieron, bendita sea Flora Tristán porque ahora todos los sean. Que está muy feo eso de acapararlo en vez de alegrarse de su universalización, so rácana.

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