La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La 'bofetá'

Los memes tardaron poco en subir a Will Smith a un paso de Semana Santa

La ceremonia de los Oscar tomó un cierto aire cofrade con la bofetá de Will Smith a Chris Rock que se convirtió en la imagen de la noche y lo más difundido por las redes. Visto el escaso interés de las películas premiadas fue lo que hará pasar la gala a la ya larga historia de estos premios que tan desesperadamente ansían los progresistas que ponen la industria americana del cine-y de paso al país de que la alberga- como los trapos pero pierden el trasero por la alfombra roja y la estatuilla midas que convierte en oro de taquilla la película que toca.

La polémica ahora es si debió dar o no la bofetada y si fue o no un gesto machista rancio tipo bronca en la feria porque un tipo se ha propasado con la señora, cuando lo feminista hubiera sido que la bofetá se la hubiera dado ella sin chevalier servant que la defendiera al antiguo y caballeroso modo. Se opine una u otra cosa lo cierto es que las bromitas tienen límites, sobre todo si afectan a seres queridos que tienen problemas que pueden generar complejos o problemas de autoestima, como es el caso de la alopecia de esta señora. Es humanamente comprensible la reacción de Smith. Como lo es el contundente "saca el nombre de mi mujer de tu puta boca" que le espetó al presentador tras volver a su asiento. Póngase usted en su lugar si en un acto público que ven millones de personas se hiciera una bromita de mal gusto sobre un problema físico que afecta a su mujer.

Los límites entre el puritanismo políticamente correcto imperante en Estados Unidos -exportado con éxito a Europa- y tomarse el rábano de la libertad de expresión y del humor por las hojas del insulto o la alusión vejatoria son imprecisos. Que ello suceda en la misma gala de la que se destaca -cito literalmente dos titulares- que una actriz es "la primera afroamericana gay en ganar un Oscar" o "la primera mujer queer en ganar un Oscar" dice mucho sobre esta rara mezcla entre corrección política e incorrección humorística. Afortunadamente el agresor Smith y el agredido Rock son negros o afroamericanos, como usted prefiera. Porque si el bofetón se lo hubiera dado un actor blanco la cosa habría derivado en violencia racial. Y lo mismo puede decirse si el humorista ofensor hubiera sido blanco. El puritanismo, de uno u otro signo, es una marca de nacimiento de los Estados Unidos.

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