El escándalo en el que se vio envuelta la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba tras ser estafada con la nada despreciable cantidad de 400.000 euros, parece que empieza a llegar a su fin. Tras la pertinente investigación policial, un juzgado ha ordenado ya el reintegro de la mayor parte de esa cantidad, lo que cual supone un respiro para los responsables de la GMU. El propio alcalde tuvo que reconocer en su día que "las cosas no se han hecho bien" y adoptó la decisión de retirar al organismo autónomo la competencia de la Intervención. Buena noticia para las arcas municipales.

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