¿Unidos?

El gran enemigo del PSOE en las próximas municipales no será el PP sino Unidos Podemos

El diputado nacional de Podemos Manuel Moreneo se dejó ayer caer por Córdoba, cosa infrecuente dada su condición de cunero clásico. Llegó, saludó y, antes de coger carreterita y manta, cumplió el objetivo que al parecer traía en mente y que consistía en apostar con firmeza por la reedición del pacto entre su formación e Izquierda Unida para los próximos compromisos electorales. Monereo, como sabrán, es uno de los hombres con mayor ascendencia sobre Pablo Iglesias, del que fue profesor, así que no cabe duda de que en sus palabras estaba el pensamiento del líder. Y no sólo eso, sino que en su discurso también resonaba el de Alberto Garzón, influido en su caso por otro veterano con ascendente, Julio Anguita. Curioso en fin que, después de tantas guerras, sean los muy veteranos Monereo y Anguita quienes inspiren lo que será el futuro de la izquierda española más anticapitalista y crítica con el relato de la Transición. Demostración palpable al cabo de que Unidos Podemos trae nuevas formas de hacer política adaptadas a los tiempos pero no nuevas ideas, pues las de Anguita y Monereo, que son las de Garzón e Iglesias, tienen ya una añeja tradición de fiascos. Nada nuevo bajo el sol del comunismo, que esa es la cosa, aunque sí que lo dicho por Monereo viene a poner un clavo más en el ataúd del pacto de gobierno de Córdoba capital. Porque si el futuro de Unidos Podemos -salvo que Sánchez derrote a Susana Díaz- va a ser ponerle una línea roja al PSOE por burgués y derechón, qué sentido tiene este acuerdo capitalino entre los socialistas e Izquierda Unida, un trato en el que a estas alturas de la película nada se fía de nadie y cunden más las fobias entre los socios que las filias. Largo se otea el camino hacia las municipales, penoso como una vuelta a casa con siete suspensos. Y creo que no quedará otra que un proceso paulatino de ruptura si se tiene en cuenta que el gran enemigo del PSOE no será ya el PP sino un Unidos Podemos que intentará recuperar los bríos de izquierdas que en esta ciudad llevaron a la Alcaldía a Rosa Aguilar y a Julio Anguita. O sea, que Isabel Ambrosio duerme ya con su enemigo y el divorcio, por ahora, no es viable. Desasosegadas noches le aguardan con un ojito abierto y el otro cerrado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios