Veredas livianas

Noelia Santos

nsgemez@eldiadecordoba.com

Tinta y borrones

Hay que rodearse de los que todavía tienen la ilusión casi intacta, aunque ellos mismos no se den ni cuenta

Lo aprendido por lo servido y los disgustos por lo conseguido. Hay que aprender de todo y de todos y de todas y hay quien sabe enseñar aunque por el camino se deje las ganas que después brotan en cualquier espacio dedicado al entusiasmo, y que no se pierda.

Si empiezas antes corres el riesgo de perder la ilusión por una profesión que te quita más de lo que te da y que cuando te da algo celebras como el triunfo gigante que, aviso, va a desaparecer a la vuelta de la esquina.

Por eso, y a lo mejor por más cosas pero sobre todo por eso, siempre hay que rodearse de los que aún habiendo empezado demasiado pronto todavía tienen la ilusión casi intacta, aunque ellos mismos no se den ni cuenta.

Esos de los que en un primer momento a lo mejor no te fías, por lo que sea, pero de los que vas descubriendo un amor por lo que se hace que es más importante que cualquier otra cosa que quieran mostrarte aquellos de la resolución rápida y la lectura perdida.

Son ellos quienes hablan de periodismo más allá de las palabras, con quienes descubres que lo de a pie supera con creces a los delirios de grandeza que te montabas en tu cabeza durante la carrera, quienes te hacen querer la profesión desde la parte clave, la base.

Cuando esas personas cambian de lugar y se van del punto desde el que te mostraban todo lo de antes te queda la sensación de que todavía tenían mucho por enseñarte. Te queda un vacío periodístico que no sabes si tendrás la capacidad de cubrir porque a lo mejor han puesto el listón demasiado alto. Entonces entiendes que deberás sobrepasarlo y te das cuenta de que todavía estás aprendiendo de ellos aunque no estén a la vista más inmediata.

Y les deseas la suerte que no necesitan, repasas los disgustos que no han sido pocos, das las gracias por poder aprender de esa manera y miras alrededor pensando que mientras una sola persona piense de esta manera la base seguirá intacta para los que vengan detrás de ti.

Entiendo que el periodismo se ejerce de muchas maneras y desde muchos lugares, pero también sé quién pierde y quién gana cuando los que te enseñan se van un poco lejos. Aquí nos quedaremos con lo aprendido, nos reiremos de los disgustos y en ocasiones actuaremos como esas personas lo harían, con tinta y borrones.

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