Gafas de cerca

Tacho Rufino

jirufino@grupojoly.com

Tezanos, cocinero con causa

Con jugosas palabras y adobo cátedro, Tezanos abre boca en la precampaña que ya rige

Lean la entrevista de Pedro Vallín a José Félix Tezanos publicada ayer en La Vanguardia. Dense un buen rato, porque es sorprendentemente larga; ofrece contestación jugosa a toda cuestión, y con un fino adobo cátedro, que lo es. En la pieza, el que podemos llamar "encuestador del Gobierno" arrea cera a la derecha (y ninguna a la izquierda). Al contraataque con los que, según deja caer, lo vilipendian con oscuras intenciones antiestatales y neoconservadoras ("antes, los que criticábamos al CIS éramos gente educada"), Tezanos instrumenta en varias respuestas una especie de versión profesoral del dicho de patio "el que lo dice lo es", y, en contra de su sambenito de cocinero con causa, habla de que "lo importante son los datos primarios [que son ajenos a cualquier valoración, por así decir], y no los cocinados que se hacen con dichos datos. Quien en este recuadro cocina la entrevista con ojos abiertos, aunque escamado cual corvina de estero, percibe que el tono de sus respuestas denota una sinceridad que se corresponde con lo provecto de la edad -que tanto desboca- del presidente del CIS. Y que a la postre "por la boca muere el pez", o sea, que el alarde técnico-pedagógico del demoscópico mayor del Reino contiene una vocación política, apenas rasques.

Uno se puso las gafas de cerca y -la primera en la frente- se topó con un titular, que es cosa del periodista, pero que huele a sanchismo, o sea, a abundar en el descuento y liquidación de las baronías regionales y del statu quo de su partido (el de Sánchez, y el de Tezanos): "Pedro Sánchez hoy aporta seis puntos más que el PSOE". No es casualidad que la entrevista se conceda en ese periodo de campaña electoral encubierta en la que ya nos hallamos: si el electoralismo es cada vez mayor parte del contenido de la acción política durante toda la legislatura, la campaña invade meses anteriores a su fecha oficial. Esos son los bueyes democráticos con los que aramos, tan condicionados por la instantaneidad y el vocinglerío en internet. Levanta uno las cejas al leer cosas como "Yo dudo de que los sondeos durante la campaña influyan en el voto", y que el estudio de CIS a principios de campaña -llamado flash- carezca de intención electoral. Fue, pues, puro error estadístico su batacazo predictivo en las últimas de Castilla y León (ignoró a Vox y encumbró al PSOE, dos resbalones con jardazo). Sí, por el contrario, echó de menos reconocimiento con la victoria de Illa en las catalanas. Y es que, apostando al mismo número, es cuestión de tiempo que aciertes. Pura estadística.

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