Crónica personal

Pilar Cernuda

'Tetrabrick'

LA venta de vino envasado en tetrabrick se ha incrementado en un 30% en estas últimas semanas, mientras ha descendido de forma espectacular la venta de vinos embotellados y de cava.

España está en el consumo tetrabrick, las marcas blancas y las marcas baratas, que son las más asequibles a bolsillos cada vez más vacíos. Zapatero dice que a mediados del 2009 empezarán a cambiar las cosas para bien, a pesar de que los analistas financieros afirman que este año que comienza va a ser mucho peor que el que acaba y que no soplarán buenos vientos hasta bien entrado el 2010. Es evidente, con la prueba del tetrabrick, que la mayoría de los ciudadanos cree más a esos analistas que al presidente de Gobierno, y han empezado a apretarse el cinturón apostando por el donsimón en lugar del rioja, el ribera del Duero o cualquiera de los excelentes vinos con denominación de origen española que se embotellan en vidrio con etiquetas cada vez de mejor diseño.

La España del tetrabrick se ata los machos para intentar llegar a fin de mes, y aunque anuncian ahora que van a bajar las hipotecas, es tanto lo que han subido que incluso con la rebaja -si se cumple- a un porcentaje exagerado de españoles no les salen las cuentas, porque ha subido también la luz, el agua, los transportes y sobre todo la cesta de la compra; aunque lo peor es que muchos de esos españoles han ido a engrosar las listas del paro y el panorama no está como para que esperen contar a medio plazo con un nuevo puesto de trabajo.

Las celebraciones navideñas se han pasado con apuros, pero se han pasado, porque a lo que no renuncian los españoles es a la celebración, ni siquiera cuando hay tan poco que celebrar o festejar. El marisco congelado ha sustituido al fresco, la merluza de Chile a la del Cantábrico, el pollo al pavo y la sidra al brut. El vino de tetrabrick en una frasca o un decantador tenía cierta apariencia, y todos tan contentos. Ya llegarán los días de negrura y desazón, de mirar el calendario para contar cuánto falta para el cobro de fin de mes, o de hacer equilibrios para pagar lo imprescindible. Pero ahora, y hasta que lleguen los Reyes, hay que hacer el esfuerzo de mantener las tradiciones, poner juguetes para los niños, reunir a la familia para tomar las uvas y echarse unos bailes en fin de año, y envolver en papeles vistosos el regalo del todo a cien.

Economía de tetrabrick, economía de guerra. De guerra a una crisis económica que nos ha dejado a todos temblando y con cargo de conciencia ante las tentaciones de escaparates y las estanterías de las grandes y las pequeñas superficies.

Se lleva el tetrabrick y las grandes firmas han adelantado las rebajas.

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