La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Susana y Marín convocan

Por nada del mundo quiere Susana la coincidencia de las elecciones: ahora Sánchez no le aporta nada a su candidatura

La ruptura del pacto de legislatura que ha permitido a Susana Díaz gobernar con comodidad en Andalucía la ha decidido formalmente Ciudadanos, con argumentos pretextados o pretextos argumentados, pero materialmente la ha dictado la vida (política) misma.

Es ley de vida (política) que los socios de un pacto de legislatura o de gobierno marquen distancias cuando se aproxima el final de su mandato y se acerca la siguiente contienda electoral que los hará de nuevo adversarios. También lo es que las elecciones se convoquen, dentro de los márgenes constitucionales y estatutarios, exactamente en el momento en que interesan a quien tiene en solitario el poder de convocarlas.

Quien tiene hoy ese poder en Andalucía es la presidenta de la Junta, que las va a convocar cuando crea que le vengan mejor a su partido y a ella misma. No se diferencia en nada de lo que han hecho todos los presidentes autonómicos y nacionales que han dispuesto de esa facultad de disolver y convocar. Y las convocará para noviembre o el primer fin de semana de diciembre, que es cuando le convienen.

Por varias razones. Por un lado, la legislatura está prácticamente agotada y la decisión de Ciudadanos de romper el pacto la finiquita del todo. Por otro, adelantarlas la presenta, a Susana, como ferviente defensora de un debate andaluz sin interferencias nacionales de las otras elecciones pendientes (municipales, autonómicas y europeas). En tercer lugar, sorprende a PP y Podemos en plena fase de reconversión. Finalmente, la presidenta de la Junta, que es más lista que casi todos los demás, sabe que los vientos favorables al PSOE nacional tras la euforia de la moción de censura son flor de unos meses y que el Gobierno de Pedro Sánchez irá a menos y acabará mal. Por nada del mundo quiere que coincidan los comicios andaluces con los generales: Sánchez no aporta, sino que resta, a su propia fuerza e influencia.

Encima, esta vez no tiene que inventarse una deslealtad ajena como la que le llevó a romper su anterior coalición con IU y adelantar las anteriores elecciones autonómicas: Ciudadanos le ha dado el trabajo hecho. Por su parte, Ciudadanos sueña con que la crisis del PP le permita darle el sorpasso en unas elecciones anticipadas en esta tierra y, si no ocurre así, siempre podrá volver a pactar con un PSOE en mayoría relativa (en esta ocasión, cogobernando).

Susana y Marín creen salir ganando con el adelanto. Ni siquiera necesitan hablarlo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios