La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana". Napoleón dixit. Ha sido realmente llamativo escuchar, por fin, cómo la derrotada candidata a la secretaría general del Partido Socialista conjugaba por primera vez un verbo en segunda persona del plural. "Hemos perdido, este proyecto colectivo no ha obtenido los apoyos necesarios". Estábamos acostumbrados a escuchar a la candidata hablar de "mis profesores", "mis médicos", "mis pobres", "mi proyecto", "mis apoyos". Ha tenido que llegar la derrota para socializar. Mal camino.

Hace unos días, cuando observaba las imágenes de la Puerta del Sol abarrotada de ciudadanos que denunciaban la corrupción, me reafirmé en la necesidad de cambiar este país y de empoderar a la ciudadanía. Pero para que esto ocurra, para que este país cambie, tiene que contar con un Partido Socialista fuerte, renovado en formas y fondos, sólo el sectarismo negaría esta máxima. El PSOE que en unas primarias saca más avales que votos es el socialismo que hay que superar, el que impone en vez de convencer, el que confunde la institución con el partido, el que usa a la gente en vez de cogerla de la mano. Hay muchos socialistas que no se sienten cómodos con las formas que se han ido instalando, por las que la línea de pensamiento obligatorio está consiguiendo matar el debate y el contraste de ideas.

La imagen de Susana Díaz saliendo de incógnito de Ferraz, sin nombrar al ganador ni felicitarlo y sólo felicitar a sus seguidores en Andalucía resume la derrota de muchas cosas y el triunfo de alguna otra. Es una victoria de la militancia fruto del cabreo, es un golpe de estado interno al revés. El asalto a la secretaría de Sánchez, que pasó por aquel bochornoso episodio de aquella persona, Verónica Pérez, enviada por Díaz desde Sevilla a la calle Ferraz, al grito de "soy la máxima autoridad del partido" fue determinante. Algunos se olvidan que un partido político es una herramienta gestada durante muchos años y "heredada" para desarrollar un planteamiento político democrático, no para dar espectáculos tan rocambolescos como hemos visto. Perder la sensibilidad con la realidad y con la gente es el motivo de la crisis y será la causa de la desaparición como opción política. En ningún sitio está escrito que el PSOE no pude desaparecer como opción política. Vendrán días difíciles y duros. Acertar ahora es clave para poder tener futuro. Ojalá Sánchez sea capaz de mantener el rumbo firme esta vez y no se aleje ahora de la izquierda ni de López. Veremos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios