La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Sánchez en el 'erforcuán'

Ken 'sport' con perrita o haciendo 'running', con camisa blanca, corbata y gafas oscuras en el Falcon

No sa visto pelis del erforcuán el tío" dijo el castizo viendo las fotografías de Pedro Sánchez en el Falcon difundidas a través de la cuenta del Gobierno en Twitter. No le faltaba razón. Las fotografías exigían música de dabadadabadá tipo El agente de Cipol o -porque somos lo que somos- Sor Citroën. Como el bromista era joven no lo comparó con los agentes Matt Helm y Flint -que eran de broma, porque la materia prima no da para el Bond de Connery- de los años 60. Tampoco con Ken, el novio de Barbie, y su guadarropa para los posados: Ken en ropa sport haciendo running, Ken abrazando a su perrita en los escalones de La Moncloa, Ken en vaqueros de mitin, Ken en mangas de camisa, con corbata y gafas oscuras -muy JFK o muy superagente de la CIA- en el Falcon… Y mucho menos se le ocurrió compararlo con las fotos de Jacques Lowe, el gran fotógrafo de Life y Time que fue decisivo en la creación de la leyenda de Kennedy entre 1958 y 1963. Precisamente en la portada del magnífico libro de fotografías de Lowe Kennedy. El álbum de una época (editado en España por La Fábrica) se ve a Jackie y a JFK a bordo del Air Force One. Si la foto se une al mensaje que la acompaña -"Sánchez Castejón vuela a la cumbre de Bruselas a defender la Europa de los derechos sociales y luchar contra la xenofobia"- al Camelot de Kennedy se une la Thule de Sigrid y el Capitán Trueno. En Bruselas le esperaba una realidad más compleja y al regresar a España la subida del gasto en pensiones superando los 9.000 millones de euros por primera vez en la serie histórica.

Ya Zapatero intentó ser un poco Kennedy y un poco Obama. Recuérdese a la profetisa Leire Pajín alertando sobre "el próximo acontecimiento histórico que se producirá en este planeta, la coincidencia en breve en ambos lados del Atlántico de Obama y Zapatero... Dos políticas progresistas, dos liderazgos, una visión del mundo, y una esperanza para muchos seres humanos". Pero la cosa terminó como terminó y fue Rowan Atkinson quien se llevó el gato al agua. Ahora, con mejor planta, parece que lo van a intentar Sánchez y su equipo de asesores de imagen. Ya veremos qué pasa. A los guapos sosos tipo Louis Jourdan o Mel Ferrer -categoría establecida por una tía mía cuyo ídolo era Paul Newman y por una amiga mejicana más radical cuyo favorito era Charles Bronson- nunca les fue bien. Recuerden la fábula de Esopo del lobo y el busto.

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