Tomates y calabazas

Lourdes Chaparro

lchaparro@eldiadecordoba.com

Previsiones escolares

El cierre de aulas limita el derecho de las familias a elegir el colegio que quieren para sus hijos

El proceso de escolarización para el próximo curso ya está en marcha. Se trata de un periodo que se repite cada año y en el que, como es habitual, se lanzan unas previsiones que luego no se cumplen, más que nada por la falta de alumnado en los últimos ejercicios.

Ahora, la Delegación de Educación ha tenido que salir en su propia defensa y justificar sus previsiones de aulas para niños de tres años que en septiembre empiezan su periodo escolar a partir del próximo mes de septiembre. Dicen desde el área que dirige Inmaculada Troncoso que los datos de plazas que manejan son previsiones, es decir, que no están cerrados, que ya se verá en septiembre, que es cuando comienza el curso. Claro, no hay otra justificación más rápida para salir del atolladero y de las críticas y denuncias de las familias de los colegios que ya saben de antemano que el número de plazas previstas se reduce o que, de manera casual, para el año que viene no se pueden pedir puestos para Infantil de cuatro años.

No es la primera vez que desde la Delegación de Educación toman la última medida citada. Ya lo hicieron hace más de siete años en colegio Moreno de Pedrajas de Villanueva de Córdoba. De la noche a la mañana, el anterior gobierno de la Junta de Andalucía decidió cancelar la oferta de plazas de Infantil en el centro jarote, que ya ha dejado de dar servicio a pesar de las continuas movilizaciones de las familias afectadas. Así, se provocó que en los años siguientes dejaran de entrar niños en el primer curso para conseguir finalmente cerrar el colegio. Una táctica que se ha puesto de nuevo en marcha en el colegio Alcalde Jiménez Ruiz de la capital, tal y como han denunciado las familias. La diferencia ahora es que cada vez son menos los niños que nacen y la justificación es la bajada de la natalidad. Es decir, que como administración van ahogando poco a poco la oferta de plazas para conseguir el cierre de aulas y, por qué no, el colegio al final.

Que la bajada de la natalidad es algo patente en los últimos años es más que evidente, pero cerrar aulas debería ser una medida extrema porque hay numerosas alternativas a tomar antes que echar el cierre de un colegio, sobre todo público. Más que nada, porque de esta forma se limitan el derecho y las opciones de elegir el centro que cada persona quiere para sus hijos, que es lo que debe prevalecer.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios