Pues ya tenemos fecha para la puesta en marcha del Cercanías, el Metrotrén, la lanzadera o como cada uno le quiera llamar, que en esta Córdoba nuestra somos así. La avanzó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, hace unas semanas, y lo ratificó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el lunes en una visita a la ciudad, donde concretó que será el 29 de octubre cuando el servicio haga ya el recorrido entre Alcolea y Villarrubia -pasando por Rabanales y la capital- con 19 frecuencias diarias. Buena noticia.

Pero claro, todo tiene su aquel, que diría un castizo, y de los pocos datos ofrecidos por el titular de Fomento se pasa a los elogios, a los matices y a las dudas. En cualquier caso, casi todo lo oído esta semana en torno al Cercanías se podría englobar en una sola palabra: perogrullo (con perdón). Por si hay algún despistado, el concepto tiene su origen en el nombre de un personaje ficticio a quien se atribuye presentar obviedades de manera sentenciosa, según la RAE.

Es normal que surjan recelos respecto a este anuncio si sólo se hace pública la fecha y el número de trenes, ya que se desconoce, por ejemplo, el precio del billete y los horarios, a lo que hay que unir que el servicio estará en funcionamiento incluso antes de que la operadora Renfe y Fomento firmen el convenio de colaboración, que se rubricará a finales de año. Seguramente, alguien puede pensar por tanto que ha habido cierta precipitación con el fin de no dejar en entredicho a la vicepresidenta (que dijo en octubre) y como reclamo electoral, por aquello de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, podría convocar elecciones y a nivel nacional no se sabe muy bien qué pasará en los próximos meses.

También se ha dicho que será el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) el que construya las dos estaciones que faltan, la de la avenida de la Libertad y la del Parque Joyero. Lógico, por otra parte, porque para eso es la entidad competente en esta materia. Lo escasamente entendible sería que el Ayuntamiento tuviera que asumir esa actuación, aunque todo es posible en Córdoba. A esto se unen las palabras de la alcaldesa de que el Cercanías será mucho más "rentable y eficiente" cuando alargue su recorrido hasta Villa del Río y Palma del Río. Evidentemente, porque el número de potenciales usuarios será mayor, aunque otra cosa muy distinta es que esa idea sea una realidad a corto plazo.

Han hablado del asunto incluso los taxistas, que admiten que este servicio tendrá su impacto en el sector, al igual que en el transporte público de autobuses Aucorsa, si bien como se desconoce qué plan de movilidad hay previsto, puesto poco o nada se puede valorar al respecto. Como ve el lector, mucha alegría justificada por aquello de que por fin tendremos el ansiado servicio de tren después de años de espera y mucha perogrullada alrededor. Tal vez demasiada.