En el tejado

F.J. Cantador

fcantador@eldiadecordoba.com

Patios que suenan a blues

Una nota de blues -música que es patrimonio mundial como lo son los Patios- al estilo de John Lee Hooker -por eso de ser una zona tradicional de la ciudad- pasea por las calles de Regina y del Realejo, donde se echa de menos un trajinar que ha abortado, como lo aborta todo, el coronavius. La selva vegetal de Plaza de las Tazas, 11, las macetas rojas de Diego Méndez 11, el ladrillo moruno de Duque de la Victoria, 3, la piscina de Gutiérrez de los Ríos, 33, la isla tranquila dentro de la ruidosa ciudad que es Pedro Fernández, 6, el pozo árabe de Pedro Verdugo, 6 y el grandísimo patio de Escañuela, 3 recuerdan otros tiempos en los que el Mayo cordobés ha sido normal. Como también recuerdan otros tiempos en el barrio de los toreros -Santa Marina- y en el de San Agustín, por cuyas calles suena una nota de B. B. King, calles tan eternas como el apodado Rey del Blues, para acabar introduciéndose en patios tan distintos como los de Chaparro, 3; Marroquíes, 6; Tafures, 2; los Zarcos 11 y 15; Ocaña 19; los Parras 6, 8 y 5; y el Patio de la Cancela del Palacio de Viana, patios que se parecen en algo y en prácticamente nada. La nota se trasforma en otra como salida de la guitarra de Gary Moore para convertir en melancolía el paso por las calles del barrio de San Lorenzo, donde siguen luciendo impresionantes en silencio los patios de Pastora, 2; los Pozanco, 6 y 21; Mariano Amaya, 4; la Plaza de San Rafael, 7; Trueque, 4; los Alvar Rodríguez, 8 y 11; Frailes, 6; los San Juan de Palomares, 8 y 11; y el jovencísimo Guzmanas, 7.

Otra nota suena como salida de la guitarra de Eric Clapton por Santiago y San Pedro, por los que también se echa de menos el trajinar de gente de La Palma, 3 a Barrionuevo, 43, pasando por Alfonso XII, 29; Isabel II, 1; Siete Revueltas, 1; Aceite, 8; y Tinte, 9. Y otra nota como salida de las seis cuerdas de otro pionero, T-Bone Walker, corretea por las calles faltas de gentío desde San Francisco a la Judería para dispersarse en los patios de la Plaza de Ramón y Cajal, s/n (Subdelegación de Defensa); Judíos, 6; Judíos, s/n (Zoco Artesanal); Céspedes, 10; Samuel de los Santos Gener; Samuel de los Santos Gener, 5 (Casa Árabe); Plaza de Jerónimo Páez (Museo Arqueológico); Pompeyos, 6 (Archivo Histórico Provincial); Martínez Rúcker, 1, los Maese Luis 22, 9 y 4; y los museos de la Plaza del Potro Fosforito, de Bellas Artes y la Casa de Julio Romero de Torres. Mientras que parece sonar otra nota de una canción blues de los Rolling Stones en una zona que año a año en época de Patios parece una selva humana, la del Alcázar Viejo, para introducirse en los recintos de Duartas, 2; Postrera, 28, los San Basilio,44, 22, 15, 20, 14; y los Martín de Roa, 7 y 9. Notas de blues que suenan alegres en unos patios que florecen muy vivos en silencio, pero orgullosos.

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