Algunos dicen que este congreso del PP ha servido para que se convierta en un partido como los demás. Antes, con José María Aznar, el líder se ponía a dedazo. Nunca hubo primarias entre Rajoy, Rato y Mayor Oreja, sino que Aznar dijo "Mariano", y eso fue a misa. Por el contrario, Mariano soltó unas lágrimas de despedida el viernes, y no dijo ni este ni la otra (porque el suyo, en realidad, era Feijóo), y ayer se votó para elegir. Pasó lo mismo que con el PSOE. Entre el hombre y la mujer, ganó el hombre. Entre lo que defendían mayoritariamente los andaluces y lo que defendían los otros, ganaron los otros. Perdió el PSOE de Susana Díaz y perdió el PP de Soraya y de Javier Arenas.

Margarita Robles, ministra de Defensa, defendió esta misma tesis en unas declaraciones: "Los del PP criticaron las primarias del PSOE y ahora están haciendo lo mismo". Se deshojó la margarita en el congreso, el día en que el PP se pareció al PSOE. Javier Arenas ha sido como Felipe González, un padre al que los hijos le llevan la contraria. Pablo Casado ha sido como Pedro Sánchez, un muchacho desahuciado, pero al final ¡toma ya!

En ambos casos ha sucedido lo mismo: Andalucía es muy importante. Verán ustedes, es la comunidad de España más habitada, una potencia en los números de delegados para los congresos y demás. En Andalucía, los que están en el poder del PSOE y del PP cierran filas. Los del PSOE iban casi todos a una con Susana Díaz. Y los del PP iban casi todos a una con Soraya Sáez de Santamaría, en cuya candidatura incluyó a los andaluces Fátima Báñez para secretaria, además de Loles López, María José García Pelayo, Carlos Rojas, Virginia Pérez, y todo el mundo en general para apoyarlos.

Pero estos congresos de líderes no se deciden en Andalucía, sino en Madrid y otros lugares de España. En Madrid están los cenáculos, los contubernios, las tertulias y los enteraos. En Madrid apostaron por Pedro Sánchez y por Pablo Casado. En Madrid no se suelen equivocar. Así, así, así gana Madrid. En el PSOE y en el PP.

Al final ha pasado lo mismo: los pedristas marginados están en el momento triunfal, con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis como delegado del Gobierno. Y los pablistas de Casado, incluso de nuevo cuño, sonríen. Juan Ignacio Zoido y Esperanza Oña, que fueron apeados por el PP andaluz, ahora están la mar de bien situados en la ejecutiva buena. En la política, unos días se gana y otros se pierde. En el PSOE y en el PP.