Mensaje en la botella

Obras frente a polémicas

Córdoba tiene necesidades, sobre todo en infraestructuras, que no se resuelven en un año

Recuerdo pocas polémicas tan absurdas en los últimos años como la del pin parental. Una pena que todos los partidos hayan entrado al juego de las provocaciones de Vox, que de momento sabe cómo moverse para que PP y Cs le bailen el agua y que la izquierda se escandalice con sus propuestas, que es lo que persiguen. Sin ánimo de crear más controversia sobre el asunto, los mejor sería que todos los dirigentes políticos, ministros y consejeros de las comunidades dejaran de hacer el ridículo y pasen página ya.

Pero uno de los asuntos de estos días es el balance que ha hecho la Junta de Andalucía de su primer año de gestión en la provincia de Córdoba, el que han desarrollado populares y naranjas al frente del denominado gobierno del cambio. Ha sido el delegado del Ejecutivo autonómico en esta tierra, Antonio Repullo, el encargado de resumir sus actuaciones -al que hay que agradecerle que no hablara del pin-, si bien proceden algunas consideraciones.

A un año vista, cambio, lo que se dice cambio, ha habido, pero tal vez no en la medida que defiende la Junta. No obstante, afirma Repullo que el gobierno andaluz "ha hecho de Córdoba un lugar con más y mejores oportunidades frente a una parálisis heredada de dos dígitos". También que "vamos a seguir bajando impuestos y a poner la alfombra roja para los empresarios que quieran venir". Y que "ha sido un año de reformas, de impulso económico y regeneración". Tal vez el delegado no pudiera (o no le dejaran) decir otra cosa, pero está claro que para llegar a todo eso que dice que se ha logrado queda mucho camino. Córdoba tiene muchos déficits, sobre todo en materia de infraestructuras, que es imposible desarrollar en un año.

Nadie duda de que la Junta de Andalucía lo está intentando en la provincia. Se han desbloqueado proyectos importantes y otros están en camino, todo ello a pesar de la disparidad de responsabilidades entre los propios delegados y delegadas de la Administración autonómica en la provincia, ya que algunos están en el frente desde primera hora con un nivel de compromiso claro, otros son demasiado circunspectos, las hay que se preocupan en exceso de la foto y nada más e incluso quienes mejor que no hagan nada.

Faltan proyectos nuevos y por eso se agradece que se anuncie, por ejemplo, un plan de obras en los centros educativos con un horizonte razonable, como es 2027. Ahora que muchos se dedican a enmerdar la enseñanza, la mejor respuesta a las provocaciones es atender las necesidades, las de verdad, del alumnado de la provincia.

Aún quedan tres años de legislatura y habrá más balances (esperemos que con algo más de autocrítica), pero lo que no debe olvidar la Junta de Andalucía es que Córdoba necesita un gran empujón presupuestario que, de momento, está por llegar. Y digo empujón, no zancadillas.

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