La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Noche de Reyes, lágrimas del Cielo

"Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso. Vengo a decir: la vida es pura y bella. Existe Dios. El amor es inmenso"

NOCHE de Reyes. Título de un antiguo cantar que recuperó Joaquín Díaz: "El uno le ofrece oro, el otro le ofrece mirra y el otro le ofrece incienso, que para el cielo subía. Oro ofrecen como a Rey de todas las jerarquías. El incienso como a Dios, potencia grande, infinita. La mirra como a inmortal; misterios que ellos creían. Ese día se pusieron los tres Reyes en la pila donde fueron bautizados, que de veras lo sentían. Un ángel derrama el agua y sus nombres les ponía: al uno puso Melchor, al otro Gaspar ponía, al otro puso Baltasar. ¡Qué feliz compañía!".

Noche de Reyes. Título de un hermoso cante de Pepe Pinto: "Vienen bajando por los caminos del Cielo, los Reyes vienen bajando, y en bolsas de terciopelo a los niños van llevando bombones y caramelos, bombones y caramelos que en la noche de los Reyes son las lágrimas del Cielo".

Noche de Reyes. Título de un poema de Chesterton: "Andamos muy despacio, llueva o nieve, en busca del lugar donde rezan los hombres… La serpiente que tantas desdichas trajo al hombre muerde su propia cola retorcida… El cielo entero grita y se estremece porque Dios en persona ha nacido y nosotros tan sólo somos niños pequeños que bajo lluvia y nieve prosiguen su camino".

Traigan en buena hora los Reyes juguetes que hagan felices a los niños, porque la felicidad de esta noche y del amanecer de mañana los acompañará toda su vida adulta despertando al niño que fueron. ¿O no recuerdan aquellas noches en las que era tan difícil conciliar el sueño, aquellas madrugadas en las que parecían oírse pasos tras la cerrada puerta de los secretos, aquellas mañanas en que se despertaban los primeros, aquel correr al dormitorio de los padres, aquellos juguetes que tanta felicidad les dieron? Pero procure no olvidarse que también fue Chesterton quien dijo que el mejor regalo de Navidad es Cristo. Porque, como escribió Rubén Darío en Los tres Reyes Magos: "Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso. Vengo a decir: la vida es pura y bella. Existe Dios. El amor es inmenso".

Suene la trompetería del Oratorio de Navidad de Bach y cantemos su coro inicial: "¡Alegraos, cantad felices! ¡Alabad este día! ¡Alabad lo que ha creado el Altísimo! ¡Cantad alegres! ¡Alabad sin fin! Adorad al Altísimo cantándole a coro: ¡Todos adoramos tu nombre, Señor!"… A lo que en Sevilla, mañana más que nunca, añadimos: …del Gran Poder.

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