Neymar y nación

Algo estaremos haciendo mal con tanto sentimiento y su abanico de plurinacionalidades

La carta con la que Neymar ha dicho adiós al F.C. Barcelona vale su peso en oro, como el propio Neymar, por lo visto, si no más. Siento mucho no ser un entendido en fútbol para analizarles a ustedes las repercusiones deportivas que pueda tener la saga/fuga de JR. ni tampoco conozco las interioridades del club para saber si el tapón de Messi ha hecho que el brasileño busque un equipo donde él pueda sobresalir sin que le peguen un toque. Doctores (y a punta pala) tiene el deporte.

Centrémonos en la carta. Neymar nos ha explicado por fin qué es el Barça. Sí, sí, ya sabíamos que era más que un club, pero ¡hay tantas cosas en la vida que son más que un club! ¿Qué sería el Barça, en concreto, qué? Neymar nos lo ha dicho: el Barça es…, el Barça es… ¡una nación! Exactamente ha escrito: "El @fcbarcelona es una nación que representa a Cataluña!" El sueño de Ikea: la república independiente de tu Camp Nou. Y Neymar aún dice más: o por la sospecha de alguna vaga confusión o por la emotividad del momento (nacional), ha sentido la necesidad de abundar: "Vivo en una ciudad que es más que una ciudad, es una patria".

¿Qué ha pasado aquí? Neymar debe de hacer oído campanas y no ha terminado de aclararse con los conceptos. Tanta nación para arriba y para abajo y tanto más que un club que ahora todo es nación y todo es mucho más que todo, faltaría más.

Convenimos que Neymar no es un doctor en Ciencias Políticas, pero hay que tener en cuenta que es un muchacho espabilado que ha estado en el centro de la pomada unos buenos años. ¡Y se ha enterado así! Algo estaremos haciendo mal con tanto concepto discutible y discutido y tanto sentimiento y su abanico de plurinacionalidades.

Hay dos tipos de confusión. La del que está lejos del asunto, que puede deberse a desinterés o desinformación. Y la del que está en primera fila, pero sigue sin enterarse, y confunde el orden de los factores (el Barça, ¿la nación que representa a Cataluña?) o no los confunde tanto, sino que ha dicho, como los niños del traje nuevo del Emperador, la verdad del sentimiento nacionalista, tan dependiente de la liga de fútbol, como ha explicado más de una vez Arcadi Espada.

El caso es que Neymar no sólo se ha largado de la nación (¡mucho más que un club, un Estado en ciernes!) o de la alineación o de la alinación o de la alienación; sino que, además, con sus líneas de despedida, nos la ha dejado nítidamente delineada.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios