Tacón alto

Victoria Fernández

Naranjas 'gourmet'

LA vida de los mortales trascurre cargada de dificultades, de subida de impuestos, de bajada de salarios, de copagos sanitarios, copagos educativos. Mientras, el partido de izquierdas llamado a gobernar, hasta ahora, se dedica a hacer sudokus internos, que solo los acostumbrados a las cañerías quieren entender.

En abril de 2014 proponía aquí la necesidad de un giro, de salir de los despachos y analizar la realidad de la calle. Y la urgencia de recuperar las esencias que hicieron del PSOE el partido de la gente. Hoy releyendo ese artículo he sentido que el adagio de Murphy se apoderaba de mí: "Si algo puede salir mal, saldrá mal".

Una sociedad que tiene anversos pide reversos, ciudadanos y no hinchas, sentido común frente a comulgar con ruedas de molino, un plus de exigencia sobre la exigencia de otro plus; la supremacía de los valores sobre los mercados de valores, el éxito de la inteligencia frente al sinvergüenza de más éxito, votos de conciencia frente a pactos desde la incongruencia, ideas necesarias sobre pamplinas cargadas de vulgaridad.

Lo peor de nuestra democracia es lo que ha dejado de hacer. No es tan importante que haya elecciones como que haya alternancia, sin embargo no basta con cualquier alternancia, se trata de que el gobernante lo haga por el bien de todos los ciudadanos; no porque se considere un benefactor sino porque sea consciente que mañana será él el gobernado. Evidentemente, solo con gobernantes de amplias miras se puede desarrollar una cultura democrática. De lo contrario, la alternancia se transforma fácilmente en asalto al poder en beneficio propio o, como máximo, en beneficio exclusivo de quienes le han permitido el acceso al poder. Lo peor ha sido lo que se ha dejado de hacer.

Se ha hecho mucha política de partido y poca de Estado; y esa es la razón que está detrás de un Estado democrático débil y una economía muy por debajo de su potencial.

26.000 euros en naranjas gourmet para saciar los deseos del fango que la política ha generado en Valencia, puede ser sólo un símbolo o puede que sea un modo de vida, que yo detesto.

Hannah Arendt decía que bajo las condiciones de la tiranía, es más fácil actuar que pensar. Sólo cuando decidan salir de su propia tiranía volveremos a pensar juntos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios