ESTOY a favor de muchas de las medidas que contempla la Ley de Memoria Histórica. Me parece bien que una señora que perdió a su marido en una cuneta pueda recuperar sus restos y darles digna sepultura; es algo muy importante en la cultura mediterránea. Pero no me gustan las formas y mucho menos que todo esto se utilice de forma política, porque estamos hablando de recuerdos y, sobre todo, de dolor. Y si mal veo el uso político, la investigación de Garzón me parece inoportuna por escandalosa y llamativa. Más que una providencia judicial, aprecio en ésta una forma de llamar la atención a la sociedad española, la misma que intentó olvidar en el 77. El diputado cordobés del PSOE Juan Luis Rascón, que también es juez, afirma en su blog que Garzón, por su calidad de magistrado de Instrucción, no puede abrir esta causa. Pero habría que ir más allá, porque nunca tendrá sentido querer acusar ahora a mayores de 80 años de crímenes más que prescritos.