Tinta y borrones

Medina Azahara

Apenas un 10% de las personas que nos visitaron el año pasado fueron a ver el conjunto arqueológico

La autoestima de los cordobeses se ha disparado después de saber que el conjunto arqueológico de Medina Azahara cuenta con el respaldo del Consejo Internacional de Monumentos (Icomos) para ser declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. La decisión se tomará el próximo mes de junio en Baréin. Se puede decir que la ciudad palatina tiene el visto bueno de los técnicos y ahora queda la parte política y de negociación. Córdoba podría ser la única ciudad en Andalucía que cuente con cuatro designaciones de este tipo, pues a Medina Azahara se suman la Mezquita-Catedral, el Casco Histórico y los Patios, estos como Patrimonio Inmaterial. Los nombramientos de la Unesco son la confirmación de lo que tantas veces se ha dicho, que el legado histórico y cultural de Córdoba no tiene parangón y que es una ciudad única con un patrimonio inigualable. Pero, ¿qué va a suponer contar con una nueva designación de la Unesco?

Mucho me temo que la única consecuencia positiva será que vendrá más gente a la ciudad y, presumiblemente, a Medina Azahara. Los datos de visitantes del conjunto arqueológico del año pasado dejan que algo más de 100.000 personas se desplazaron hasta la ciudad califal, apenas un 10% del millón de visitantes que recaló en Córdoba el pasado ejercicio. Es una cifra irrisoria que debería sacar los colores a las instituciones encargadas de su promoción. Pero que vengan más personas no es una buena noticia en sí misma si eso no va a acompañado de mejoras tanto en la accesibilidad y movilidad como en inversión en el monumento. Medina Azahara sólo está excavada al 10% y llevamos años esperando que se retomen las obras de restauración del Salón Rico, una labor que la Junta de Andalucía ha confiado a una entidad privada.

Al final tendremos otro nombramiento, el cuarto, y otra vez nos pillará con los deberes sin hacer. Seguiremos hablando de gentrificación, de turismo de masas y de las viviendas turísticas. Pero nadie hablará de ideas destinadas a captar al turista de calidad, de situar como se merece el patrimonio de la ciudad y de elaborar una estrategia que permita la convivencia entre visitantes y vecinos. Ojalá Medina Azahara sea Patrimonio de la Humanidad y ojalá esto sirva para generar acciones que lleven a Córdoba donde tiene que estar.

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