¿Libertad para qué?

¿Libertad para qué? No se os puede dejar solos, dicen que dijo el tito Paco

Te gusta quejarte de vicio. No te ha faltado de nada, has tenido abiertos los supermercados y no han faltado productos básicos. Has podido hacer tres comidas al día, incluso tomar café o merendar por las tardes, eso sí, no ha habido productos gurmé, pero si lo piensas bien son gilipolleces. El queso es el queso, el pan es el pan y el vino es el vino, sin necesidad de denominaciones de origen, variedades integrales, añadas ni pamplinas de esas que al final te engañan y no sirven más que para encarecer un producto que no es necesario para nada.

Has podido disfrutar del azul claro de los cielos, del sonido de la lluvia, del canto de los gorriones, incluso has vuelto a oír y ver volar a los vencejos por la tarde, cosa que creías ya perdida, disfrutar de los amaneceres y de la belleza de las puestas de sol, has vuelto a oír el tañido de las campanas de iglesias y conventos cercanos, el toque de las horas en los relojes públicos. El silencio ha vuelto a las calles, las palomas pueden rebuscar migajas de pan entre el asfalto, las horas se han hecho de nuevo largas y has podido volver a tomar conciencia del paso del tiempo. El medio ambiente es ahora sostenible, la polución se ha reducido enormemente y el consumo de energías contaminantes es el mínimo.

No has tenido ni siquiera que pensar; la televisión te informado de todo lo que hay que saber, ¿para qué más?, y los tertulianos han pensado por ti explicándote el por qué las cosas son de una manera y no de otra. En momentos delicados no debe ir cada uno por su cuenta y debes ser consciente del daño que hacen aquellos disidentes que no crean más que confusión y desamparo. Esto tenemos que vencerlo todos juntos.

Has podido salir cada tarde a tu balcón, tocar las palmas como un desesperado, conocer a tus vecinos de enfrente, saludar a los de al lado, sentir su apoyo en este trance y comprobar la solidaridad del vecindario. Nadie ha impedido que salgas con tu perro para que pueda hacer lo cotidiano, practicar deporte a cualquier hora ni tampoco que pasees libremente, eso sí, cerca de casa y dentro de un horario. Las ayudas llegarán en su momento. Habrá para todos sean autónomos, empleados o empresarios. También tú tendrás la tuya. Ya nada volverá a ser como antes. La contaminación, la incertidumbre y el estrés se pueden dar por terminados. ¿Libertad para qué? No se os puede dejar solos, dijo el tito Paco.

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