'Juanma' en Mercadona

Tras presentar una marca blanca a las elecciones, Moreno llama 'jefes' a los votantes, como Roig a sus clientes

En la euforia de la noche electoral Juan Manuel Moreno arrancó la arenga a sus seguidores en la calle San Fernando dirigiéndose a sus jefes. Había dicho en el debate de Canal Sur que todos sus rivales tenían tutelas de Madrid menos él y Teresa Rodríguez. (Le devolvía a la anticapitalista el favor de dividir a la izquierda y dejar en evidencia la amenaza de Olona). Pero, ¿quiénes eran sus jefes? Tras una pausa teatral en la noche sevillana, salimos de dudas. Explicó que sus jefes eran los ocho millones y medio de andaluces.

Quizá fuese un acto fallido, pero después de haber ofrecido en la campaña una marca blanca, ese Juanma sin apellidos, sin siglas ni ideología, rizaba el rizo llamando a sus administrados como Juan Roig denomina a sus clientes. En Mercadona, reino de las marcas blancas de calidad al mejor precio, llaman jefe al cliente desde hace 30 años. Márquetin se llama eso. La frase de Moreno en su celebración culminaba una evidencia: su perfecta operación de mercadotecnia.

Es lo que se lleva. Joan Coscubiela, en un excelente artículo en El País esta semana, indica que hemos pasado de una sociedad de ciudadanos a otra de clientes. La mercantilización ha alcanzado a los partidos y sus ofertas son productos de consumo. Los ciudadanos son personas que ejercen sus derechos libremente en comunidad, mientras que los clientes son individuos que se mueven por deseos ilimitados que hay que tantear.

El contrato gaullista que proponía la marca Juanma entre un hombre y un pueblo buscaba una clientela sin restricciones, que conectara con quienes vinculan al PSOE de Sánchez con ETA hasta los que piensan que España es un estado plurinacional. Ambos principios recorren 180º del espectro político, y se lanzaron para pescar al votante universal. Unos productos se pusieron en esquinas visibles y otros se enseñaron aunque luego se retiraran. Todo suma; los estrategas del PP lo bordaron.

Tras su inciso mercadoniano, Moreno pidió humildad a sus seguidores la noche del domingo. Después de tantas derrotas, en esa coyuntura feliz había que saber ganar. El PP andaluz tiene la oportunidad de fraguar un largo ciclo en el poder. El 19 de junio de 2022 puede ser para los populares el equivalente al 23 de mayo de 1982 para los socialistas. Es verdad que a Escuredo lo votó el 35% del censo y a Moreno sólo el 25%. Pero el efecto psicológico es el mismo. Y el porcentaje de Juanma es idéntico a la cuota de Mercadona en la distribución. Marca blanca, jefe y cuota, todo encaja.

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