Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

Inés Arrimadas

No se entiende cómo la líder de Cs ofrece sus escaños al presidente Sánchez sin contraprestaciones

Es la actual líder de Cs y a casi todos les cae bien. Su buena imagen tuvo que ser una baza importante para que su candidatura en las elecciones al Parlamento de Cataluña, en 2017, las ganara en votos y escaños, representado una opción no independentista, por no decir "españolista". Qué porcentaje de este éxito habría que atribuir a Albert Rivera, que era el líder del partido naranja, es imposible cuantificarlo, pero no es seguro que, si él hubiera encabezado la candidatura, el resultado final en las urnas hubiese sido el mismo.

Esta andaluza, de Jerez de la Frontera, aunque criada en Cataluña, une a su agradable presencia su discurso hábil y bien construido y ahora, como líder de su partido, se dedica a la política nacional debido a la retirada de Rivera, consecuente con su fracaso en las últimas elecciones generales, en las que pasó de 42 diputados a 10, en el Congreso de los Diputados. Es curioso constatar que otra mujer, Cayetana Álvarez de Toledo, al menos tan inteligente y agraciada como la señora Arrimadas, no consiguió para su partido, el PP, más que su escaño en las elecciones catalanas de 2019. Quizás le faltó el arraigo en Cataluña que tenía la señora Arrimadas y, sobre todo, su rotunda oposición a las pretensiones independentistas.

No se comprende cómo ofrece sus escaños al presidente Sánchez, sin contraprestación, como ha ocurrido en la cuarta prorroga del estado de alarma y promete para la aprobación de los próximos Presupuestos Generales. Una buena explicación sería que no pueden aparecer siempre al lado del PP, aunque esto le haya permitido gobernar en Andalucía y otras autonomías. Pero habiendo pasado de 42 a 10 diputados en el Congreso, un nuevo bandazo, votando con el PSOE, "como los últimos que dio Rivera", pueden acabar con el partido. Los Presupuestos, los va a votar sin poner ninguna condición. Leo que la única puesta, para no votarlos, es si el PSOE pacta las cuentas no sólo con ERC, sino también con Bildu. El ideario liberal de este partido no se acompasa muy bien con que el proyecto de Presupuestos contemple la subida general de impuestos y la supresión de la exención del IVA para la enseñanza privada, mientras que se mantiene para la enseñanza pública.

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