Saben lo que es no tener ni idea sobre lo que escribir? ¿Han tenido alguna vez la sensación de tener tal saturación de información que les cuesta procesarla, seleccionarla y priorizarla? Estoy convencida de que lo que me ocurre es consecuencia del cortocircuito provocado por las "no conversaciones" navideñas en familia. Este año hice caso de las sugerencias de algunos amigos e iba preparada para desactivar cualquier bronca familiar o, al menos, buscar resortes con los que derivarla en caso de descarrile de algún cuñao.

Me preparé mi primer tema: lo que nos convoca aquí, la Navidad. Hay que hablar de temas navideños. Convendrán conmigo en que se habla poco de la cuestión central que nos reúne cada diciembre. Por eso, me propuse tener preparadas algunas preguntas pertinentes que podrá introducir un tema neutro: ¿Turrón casero o industrial?, ¿Alguno de los presentes ha probado ya el turrón de gintonic?, ¿Roscón con fruta escarchada o sin ella?, ¿Cava o champán? (en este punto, si la cosa se complicaba por el asunto catalán tenía preparado el siguiente comodín temático).

Isabel Preysler y Vargas Llosa. Tema para todas las generaciones porque, quizá a Vargas Llosa no, pero a Isabel Preysler la conoce España entera. Primera cuestión: ¿no será Isabel Preysler la persona más subversiva del país, la única a la que las críticas le resbalan de verdad?

Los grupos de whatsapp era mi siguiente tema. Para romper el hielo tenía preparada la primera batería con el análisis de la conveniencia del uso de emoticonos o el significado exacto del check gris, el doble check gris, el check azul y el doble check azul. Esto podía dar para varias horas de palique neutro siempre que no interviniera el adolescente listillo de la familia.

La meditación, yoga y actitud positiva es asunto que debe evitarse tanto como la política. Háganme caso si no quieren moderar un encendido debate entre defensores de la meditación, el yoga y otras prácticas orientales y defensores del "yo es que cuando se me hincha la vena no respondo". Para manejar estas charlas con inteligencia debe saber que, si sus parientes defensores de la actitud positiva se muestran vehementes, es porque todavía no han alcanzado el punto de abstracción sánscrito. Hay que comprenderlo y no avivar el debate ni servir más alcohol a los miembros escépticos de la mesa. Mis temas triunfaron y eso me ha provocado un cortocircuito tal me impide decidirme por un tema para esta columna. I am in two minds.

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