EL perfeccionamiento de los invernaderos hace que, de pronto, nos encontremos con flores donde hace unas horas no las había. Esto suele suceder en determinados puntos de la ciudad, siendo el más significativo el de los arriates que hay a la puerta del Ayuntamiento, en Capitulares. Verlos es echar un vistazo al calendario, puesto que nos informan con puntualidad del momento del año en que estamos. Las flores de pascua llegan fieles en las vísperas de la Navidad, lo mismo que las cinerarias cuando se aproxima la Semana Santa o los geranios cuando estamos inmersos en el mayo festivo. Pero las innovaciones técnicas van más lejos aún, y las flores que ahora vemos aquí mañana estará allá y pasado sabe Dios dónde. Así, los geranios que han adornado El Arenal estos días pasarán a distintos jardines de la ciudad, para tener una vida plácida alejada del bullicio de la Feria.